domingo, 9 de noviembre de 2014

El dinero sí compra la felicidad.

El tema es milenario, partiendo que el 'mito de la felicidad' es solo eso, un mito; una felicidad permanente debe ser 'asquerosa' y de verdad que solo conociendo los malos momentos que son muchos y los buenos que son escasos, podemos conocer la dimensión de lo que llamamos 'felicidad' que son tan solo momentos de dicha y su relación con el oro o en esta época con el dinero ...siempre estará en la mesa de discusión... pues bien, en un extensísimo estudio de la universidad de Princenton (lo puede hacer cualquier universidad del entorno capitalista) la felicidad tiene un costo y desde luego, si cuesta se puede comprar. Relativo ¿no?


Las gentes de mayores ingresos de la sociedad afectan sus emociones de dos maneras diferentes: "una de manera emocional y la segunda de la manera de satisfacción general con la vida" opinó el premio Nobel y psicólogo Daniel Khaneman y la 'felicidad' aumentaba conforme aumentaban los ingresos de los encuestados. Entonces 'el bienestar emocional de la gente (felicidad)', depende de la situación económica de la persona, es decir, entre más dinero se tiene se está más contento... día a día.

El dinero está proporcionalmente relacionado con el estado de bienestar, y si se tiene la capacidad económica para 'comprar experiencias positivas', habrá que hacerlo y así evitar dolor, enfermedad y experiencias negativas. Con dinero se compra en definitiva la habilidad de disfrutar los tan mentados y famosos... 'pequeños placeres'... una pequeña fortuna, por ejemplo nos haría más felices. Y relativamente, los bajos ingresos y malos salarios entre la población vulnerable que son la gran mayoría de todos los países, llevan a sentimientos de mala fortuna. tragedias, divorsios y separaciones, enfermedades y 'dolor de soledad' (tristeza y angustias permanentes), nueva enfermedad del siglo XXI, que desemboca en suicidios... dije: ¡relativamente!, no siempre es así.


Yo fui feliz cundo nació mi hijo. Cuando conocí el mar, etc., etc., Cada cual con sus momentos. Pero, ¿el dinero da sentimientos de permanencia? Belleza, poder, fama y riqueza, en mi criterio, solo complementan ese estado de felicidad y sentimientos de bienestar, de paz y alegría con relación a su salud y calidad de vida y somos nosotros los que determinamos qué es felicidad y qué no, qué es lo positivo o lo negativo y sin podernos mentir a si mismos. ¿Hay que ser felices con lo que se tiene? ¿Se puede aprender a ser feliz y luchar por sus anhelos (esperanzas) y el de los seres que amamos? ¿Se rompe la felicidad con una tragedia? ¡Ah, que tema más difícil!, solo hay un axioma: cuando creas que ha llegado, tienes el deber ineludible de aceptarla, tomarla y disfrutarla en lo que dure. Y no he hablado de dinero.

Todo tiene un principio y un fin, sentimientos y experiencias que brotan dentro de tí, independientemente de si se es rico o pobre, pobre sin necesidades. Y las felicidades son miles de miles como los hombres y mujeres de éste mundo, cada quien con su concepto sobre el mito más relativo que se plantea la criatura humana. Y no he hablado de dinero.


Pero lo cierto es que es un estado de ánimo, sencillo y sin cinismos, el más importante, el de sentirse libre ese si que da felicidad; ahora que si se tiene la ayudita de un buen dinero, cuanto mejor... los totales solo se dan en matemática y hasta los locos, locos de verdad, tienen sus momentos de lúcida felicidad, pero ojo no dejes que se pinte de obsesivo la consecución de ese mito tan esquivo.

De manera que hay que acumular momentos felices para tener recuerdos felices en la memoria. Yo por mi parte estoy aprendiendo a ser feliz aunque no es mi meta o ¿si? y cuando pienso en 'La Gran Resignación' en el 'Momento Supremo' y estoy feliz, no puede dejar de tener ciertos rescoldos de infelicidad y todo vuelve a comenzar, tormentas y calmas; debemos aprender a ser felices en medio de los problemas. ¿Habrá quien nos enseñe a ser felices? lo dudo. Y no he hablado de dinero.

Esa 'pseudo utopía' que llamamos felicidad en definitiva "se puede comprar" por pequeñas dosis, pero no hay paquetes completos con destino y sin fecha de caducidad y con preservantes... parece como si fuera magia, ¿en donde se esconde? ¿en la hermosa lujuria que nos despierta el amor? ¿En disfrutar una deliciosa cerveza helada en compañía de amigos? ¿En volver a la tierra amada? etc. etc.,Y no he hablado de dinero, más bien de afectos. Al final, en la edad provecta, el cariño de los seres amados por sobre todo los nietos, le dan a uno 'voluntad de vivir' hasta el último aliento y saber que se contó con infinidad de instantes felices que llenaron mil vacíos en esa gran aventura que es vida en la existencia de cada ser humano.


Un abrazo... felicidades.

Hortensio.


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