lunes, 31 de marzo de 2014

Los sabores del recuerdo.

Ultimamente he estado muy allegado al arte que hizo famosa a mi mamá, la culinaria y que culminó con la publicación de su libro que es una pequeña obra maestra de ese arte... y Margarita Bernal, ha escrito una maravillosa -para mi, magistral- columna que denominó "El sabor de la guayaba" que transcribiré, porque vale la pena que la 'blogsfera' se identifique con ella como me pasó a mí. Inicia ella su artículo y su 'entrada', con ésta simple pero difícil pregunta ¿A que saben los recuerdos? sí, esos recuerdos que ineludiblemente están vinculados con los sabores de la cocina de nuestra niñez...

Mi invitada de honor, la chef colombiana Margarita Bernal,
autora del artículo transcrito y que huele y sabe a cocina
 de mamá... que recuerdos ¡gracias!
"La relación entre los sabores y la memoria es muy ,estrecha. Un simple bocado puede revivir un viaje, un país, un instante o una situación agradable, feliz, triste o nefasta. Hay quienes por culpa de estos recuerdos dejaron de comer algún ingrediente. Pero también están los que nos llenan de la nostalgia de buenas épocas, y son las que hoy ocupan este texto".

"Hagamos el simple ejercicio de volver a la infancia, usando como vehículo de la memoria el platillo preferido. Es entonces cuando todos nuestros sentidos se estimulan y estremecen, recordando los ruidos que salían de las cocinas de nuestras madres o abuelas, o los olores que emanaban de las ollas hirviendo a borbotones o los sabores que dejaron huella y se quedaron tatuados por siempre en nuestra mente. Nada más evocador que el olfato y el gusto, y cuando van de la mano juntos en una misma receta, es cuando nuestros pensamientos abordan esas épocas únicas, llenas de vivencias inolvidables".

La vida a mordiscos.

"Cada lugar, cada región, cada persona y cada hogar tiene sus propios recuerdos. Muchos permanecen guardados en la memoria gustativa del paladar, posiblemente porque fueron los preferidos de nuestras madres durante la gestación, o porque fueron parte de nuestra mesa. Cuando saboreamos algo que nos resulta familiar, surge una inesperada e inexplicable atracción que nos envuelve".

"Através de la comida se construye la historia de nuestras vidas, y alrededor de ésta hemos aliñado un camino que se puede recorrer una y otra vez sin perder el rumbo, con un simple mordisco. Los recuerdos están ahí, esperando ser despertados, ellos no buscan nada nuevo solo aspiran a que un olor, una textura o un sabor los resuciten, cuando se creían olvidados".

Nuestro famoso ajiaco santafereño con todos sus acompañantes. 
"Hoy, el negocio culinario está lleno de novedosas propuestas pero confieso que nada supera la sensación que me produce cada cucharada del ajiaco con pollo (plato bogotano) de mi casa, transportándome a un mágico paisaje lleno de alegría, cariño y buenos momentos. Mi historia sabe y huele a pepino relleno, caldo de costilla, curuba con crema, arroz con pollo, lentejas con huevo frito, jugo de guayaba y cuajada con 'melao'. ¿Y la suya?".

Qué pregunta más bonita pero objetiva... y qué más sentimental, porque esos recuerdos son puro sentimientos de hogar y de verdad mágico, los sabores del recuerdo tengo la certeza que cada ser humano en su fuero muy interno los lleva consigo es lo que se denomina la memoria olfativa y la memoria gustativa que son disparadas, la una al oler un aroma en especial y la otra al probar algún bocado determinado, en forma casi que instantánea (¿será que se puede medir? ¡velocidad de la luz!) viajamos al pasado por esos senderos de nuestras neuronas y recordamos muy vívidamente sitios, lugares y personas, casi siempre positivamente con cariño pero en veces negativamente y las despreciamos.

Aquí se trata de los recuerdos gustativos que siempre- en mi caso- me llevan a mi hogar de cuando con mis hermanos fuimos felices en compañía de mis padres y en especial de mamá que con tanto gusto y tanto amor nos cocinaba aquellos platillos que fueron y serán algo de lo más bello que nos pudo haber pasado... plena razón le asiste a Margarita, cuando escribió su extraordinaria columna, los sabores tienen sus recuerdos y ellos son parte importante de nuestra historia. Los recuerdos tejen lo que somos... somos recuerdos.

Un abrazo gustativo.

Hortensio.









domingo, 30 de marzo de 2014

La Musaka

Lazaña de moussaka

Hay cosas el la vida que no tienen una explicación coherente, es el caso que me ha sucedido a mi con las berenjenas... ¡Nunca en toda mi vida - que ya es algo larga-  las he probado! ... jamás y no se el porqué.

 La hermosa, tierna, carnudita y amarga berenjena,
la protagonista estrella de esta entrada.

Navegando por ahí entre redes y redes me topé con una maravilla de blog: "Recetas para Torpes" y la primera receta que encontré fue la de la Musaka, aquel mítico plato de la gastronomía griega y de una sencillez tal que me fuí al supermercado y me compre dos hermosas berenjenas con su hermoso morado oscuro y brillante y los demás ingredientes... me propuse hacer (personalmente y sin la ayuda de nadie) la famosa receta siguiendo la guía de Yolanda, la autora del blog... a la receta:


INGREDIENTES PARA 4 PERSONAS.
2 Berenjenas medianas.
250 gramos de carne picada.
400 gramos de tomate triturado.
1 cebolla.
2 tomates.
2 dientes de ajo.
especias varias (albahaca, tomillo y laurel, orégano y canela).
1 cubo caldo de pollo o de costilla.
Sal y pimienta (al gusto)
Aceite de oliva.
Bechamel.
Queso para gratinar.

Paso 1°.- Preparar la Berenjena.

* En primer lugar lavamos bien las berenjenas y les cortamos la zona del rabito.

* A continuación las cortamos a lo largo en láminas de unos 3 a 4 milímetros de espesor, es decir, ni demasiado finas, ni demasiado gruesas. Si tus berenjenas son muy grandes puedes optar por cortarlas en rodajas del mismo espesor.

* Pondremos la berenjenas en un recipiente y le añadimos sal y las dejamos así durante unos 30 minutos (para que suelten el agua y pierdan un poco de su amargor característico).

*Cuando pase el tiempo estimado sacaremos las berenjenas con papel absorvente y las untaremos con un poco de aceite de oliva, para ello puedes mojar las manos en un poco de aceite y pasarlas por las láminas.

* Precalentamos el horno a 200°C. Pondremos las láminas untadas con aceite de oliva en la bandeja de horno preparada con papel vegetal (de horno) y las horneamos a 180°C con calor arriba y abajo.

OTRA OPCIÓN: Si lo prefieres puedes utilizar el sartén para hacer las láminas de berenjena a la plancha en lugar de usar el horno y antes de fritarlas, las podemos pasar por huevo batido y harina para queden tostaditas y crujientes; las apartamos para el final cuando se llegue el momento de montar la Musaka.

PASO 2° .- Hacer el sofrito y la carne.

* Cortamos la cebolla y el ajos en trozos pequeños y los ponemos a sofreír en una sartén con tres cucharadas soperas de aceite de oliva a fuego medio, removiendo de vez en cuando para que no se quemen.

* Cuando la cebolla esté casi tierna (o desmayada) añadimos los dos tomates sin piel (o pasta de tomate) en trozos pequeños y los dejamos ahí removiéndolos de vez en cuando.

* Una vez que estén los tomates tiernos, añadimos la carne picada (o molida) y aunque la receta original se hace con carne de cordero, puedes usar el tipo de carne que quieras. Echamos sal y pimienta (siempre) al gusto y dejamos hacer, moviendo bien y con frecuencia la carne para que quede bien desmenuzada.

PASO 3°.- Hacer los tomates junto con la carne (o integrarlos)

* Cuando la carne esté hecha (o bien frita) añadimos la lata grande de tomate triturado (o pasta de tomate).

* Añadimos especias al gusto - la albaca, el tomillo y el laurel, las hierbas provenzales y el orégano.

* A continuación le echamos la pastilla de caldo de pollo (o de costilla).

*  Movemos todo hasta que los tomates se frían a fuego medio-bajo durante unos 15 minutos aproximadamente. Sabremos que están listos por la textura de la salsa, tiene que quedar espesita y no demasiado líquida.

- Probemos el sabor y si hiciera falta añadiremos un poco más de sal al gusto.

La Musaka armada dentro del molde Pirex y recién sacada del horno.

PASO 4°.- Montar  la Musaka. 

* Cogemos el molde adecuado para el horno (Pirex) y lo untaremos con mantequilla (o margarina).

* Pondremos las berenjenas sobre la base procurando que quede bien cubierta.

* A continuación echamos sobre la cama de berenjenas la mezcla de carne y tomate.

* Un nueva capa de berenjenas sobre la mezcla... (se puede poner una capa de queso en lámina para darle más consistencia).

* Volvemos a echar  una nueva capa de carne con tomate.

* Por último añadimos la última capa de berenjena para terminar de montar la Musaka.


PASO 5°.-  Echar la Bechamel, el queso y hornear.

* Echamos la bechamel sobre la capa superior de la berenjena, tratando de que quede totalmente cubierta y en buena proporción.

* Añadimos el queso (rayado parmesano) encima de la bechamel e introducimos al horno en modo de grill a unos 230°C y lo dejamos hasta que el queso quede dorado.

¡y listo para servir!
La Musaka servida y lista... nótense las capas de berenjenas.

Invité a mi esposa Aida, a mi querida hija Adriana, su esposo Juan Carlos y mi nieto Nicolas para que me dieran su opinión... al terminar el almuerzo, el principiante fué catalogado con 5 estrellas 'Michelín' que con sinceridad me concedieron. Vamos inténtalo que de verdad es delicioso, sencillo y no se arrepentirán.

Con un gustoso abrazo.

Hortensio.