domingo, 16 de octubre de 2016

¿Puede un hombre ser delicado?

La delicadeza de un alma
siempre derrota a la violenta.
H. Farwel.

El amor aminora la delicadeza  femenina 
y acrecienta la del hombre.
Jean Paul.


La delicadeza de un pétalo
no puede tocar a una mujer...
Es un hecho ya más que comprobado, la delicadeza hace milagros, con una hebra de hilo un niño puede conducir un elefante por un camino, con delicadeza Sherezada - más que con nada- contuvo la iracundia del rey por "Las mil y una noche"  y mil ejemplos más, En éste Plácido domingo, ¿puede un hombre ser delicado en ésta sociedad convencional? y ¿sin perder su "hombría", su masculinidad? ¿Es la delicadeza patrimonio de las mujeres? En realidad no debiera ser así pero está en su naturaleza y es una de sus virtudes quizá la mejor... es como la fragancia de un perfume, debe ser delicado pero a la vez fuerte, duradero e irresistible; es como un samurai, violento y aguerrido... delicado componiendo un haiku a la Naturaleza y al amor.

Pero es un factor sociológico que el hombre deba reprimir y restringir sus emociones de delicadeza.
Es su estatus y su rol de género y ya sabemos que su exageración nos conduce a lo que se denomina comúnmente como "machismo" que lleva al hombre a situaciones de peligro y prácticas temerarias con graves riesgos solo para demostrar su masculinidad. Es demostrar su superioridad sobre la mujer pues, esa es su naturaleza y esos comportamientos sexistas nos han llevado a actitudes y prejuicios que son falacias apresuradas en donde nos restringen la entrada a ese exquisito mundo de las delicadezas, las finuras y las sutilezas y de por si a la fragilidad, ternura y la suavidad...

¿Porqué un hombre debe de privarse socialmente de estos comportamientos que los desarrolla en su más profunda intimidad? Pero no, si un hombre es delicado en su manera de actuar y hablar amablemente, considerado en su trato y sin ofender a los demás, públicamente se juega la posibilidad cierta de que irónicamente sea tachado de homosexual.

Si señores, la delicadeza no es de vergüenza por ser machos, ella se debe cultivar para que éste mundo rápido y convulso, brusco y atemorizante, acanallado y vulgar sea un poco más llevadero; ser decente implica distinción, finura, serenidad, sencillez y respeto; pero a la vez en ese autodominio debe brillar la delicadeza, la suavidad, la exquisitez, la sutileza, la paciencia y el cariño. Esas son las cualidades de un ser delicado contrapuesto al prepotente, egoísta, dominador y despreciable solitario (que así se quedan porque así se lo buscaron) poseedor de la grosería, el autoritarismo rampante y sin sentido, dueño de la vulgaridad, la brusquedad, la indiferencia, la descortesía y la desatención, "indigno de la confianza ajena y caer en el supremo infortunio de la susceptibilidad" decía Ingenieros.
Un guerrero medieval, valiente, rudo y
hasta cruel, creyente y delicado con sus
mujeres en un acto permanente de
guerra y amor.
Ahora no se confunda que un ser delicado por serlo así y porque a si le nace, tenga que ser una persona débil o delicado, melindroso o melancólico en un momento dado, ni asociarlo al mundo femenino ni a su delicadeza natural. Se pueden equivocar y encontrarse con un verdadero y rudo hombre en todo el sentido de la palabra, al que le ha tocado subsistir mental, física y emocionalmente en esta sociedad deshumanizada e hipertrofiada, en donde el maltrato es 'pan de cada día'. Pero eran como 'aquellos soldados de César, que aunque estaban perfumados y atentos a su adorno, no dejaban de ser valientes y de combatir bien...'

Por principio toda persona es respetable y merece ser tratada con la dignidad que se merece y es buscar por estos medios la empatía, la sensibilidad, la cortesía y el humanismo en el trato con nuestros congéneres, es una disposición a escuchar y dialogar con el otro, es la delicadeza la llave de la puerta en donde se encierra la tolerancia. Ya lo decia Youbert: "Donde no hay ninguna delicadeza no hay literatura"

Un abrazo delicado pero sincero...

Hortensio.