No se si hay casos que en realidad hay que tomarlos con alguna seriedad, como si se tratase de una paradoja de premonición, que no es otra que lo que tenga que ocurrir indefectiblemente ocurrirá o una mera y preocupante casualidad; en éste Plácido domingo, un curioso caso que sucedió en Inglaterra, por aquellos años de la post-guerra en el año de 1.922... la leí en una vieja revista y que trataré de resumir como yo la asimilé:
Se llamaba John Blackman y era un ciudadano de la ciudad de Sussex, quien se negó a pasarle una pensión de manutención a "la mujer que me amargó la vida" y prefirió ir a la cárcel antes de darle un centavo a su ex-mujer. Es aquí en donde comienza esa "rara historia" de muertes sucesivas... Fué encarcelado por un corto periodo por ser la primera vez, el juez instructor murió repentinamente. Nuevamente fue llamado a juicio por la misma infracción y condenado por reincidente... de nuevo el juez responsable del caso falleció accidentalmente. Luego de pagar su pena en prisión recobró la libertad con la amenaza de que si no cumplía con el pago de la pensión iría de nuevo a la cárcel.
"Preocupado" por la situación de los jueces que tomaban su caso, John le advirtió al nuevo juez de sus temores, el jurista 'no le paró bolas' y no las bajo de ridículas casualidades y le advirtió que si se negaba a pasarle la pensión a su ex-mujer lo condenaría de nuevo: "Está advertido, Su Señoría y me niego a pasarle un solo centavo a esa mujer"... fue de nuevo condenado y el implacable juez, una noche cualquiera murió mientras dormía.
Con el tiempo de nuevo salió de la cárcel a llevarle flores al cementerio a sus jueces y de nuevo su ex-mujer lo denunció nuevamente; puesto ante la justicia como un terco reincidente del delito de manutención... el nuevo juez instructor que ya conocía la historia de sus antecesores, no sin preocupación lo volvió a condenar, murió en extrañas condiciones, el terco John, volvió a salir de la cárcel a la espera de una nueva denuncia.
Afortunadamente para la justicia británica, el quinto juez que sería designado y sometido a estricto reparto entre los jueces titulares de la jurisdicción, quienes estaban "nerviosos y preocupados" tuvieron la "muy buena noticia" por parte de la esposa de John, que éste acababa de morir y ese 'desgraciado y afortunado' quinto juez se había salvado de una muerte segura y Blackman se libró de la tortura de la cárcel a que le sometió su terquedad y su odio por aquella que le amargó la vida.
Ustedes que opinan... ¿son premoniciones o meras casualidades? ¡Valla uno a saber!
Un casual abrazo.
Hortensio.