Esquirlas de poemas, parecidos a los Haikú por lo cortos y algunos poemas cortos de Farwel, de sus "Poemas Dislocados".
Esquirla N° 1
Siempre me da miedo
decir adiós,
porqué decirlo
es decir...nunca.
Esquirla N° 2
Es un suspiro,
se te escapó de tu pecho
¿quién es él...?
espejismos de celos.
Pasiones.
Era una porcelana rubia como la cerveza
que con su sabor de extraña delicia
despierta en él, las pasiones dormidas
los sentimientos innobles y la idiotez
del beodo vencido por los vapores
del alcohol esclavista.
Esquirla N° 3
¿Si no podemos comprender la vida
de que manera podremos
comprender la muerte...?
¡Apaga y vete...amigo de nada!
Un pesado día...
¡Vicio delicioso, vino de los dioses,
néctar divino que se opone a la hiel
del pesado y azaroso día que se está
terminando, sed insaciable sin forma
ni medida, si no vienes a mi, tomaré
la hiel de la indolente noche que llega!
Celos.
¿Quién te invitó viejo amigo...?
Te creía muerto y desterrado de mi vida,
tu visita me fastidia y me llena de dudas
y más de miedo que de razón, ¡vete por favor
viejo "celos"...tu visita acabó!
Sin nombre.
Ya lo cantaba Uribe Arce, con lágrimas en el alma:
"Ya no te amo, amo los celos que tengo
son lo único tuyo que me queda,
los celos y la rabia que te tengo, hidrófobo de ti
me ahogo en vino...no te amo, amo mis celos, esos celos
son lo único que me quedan.
Cuando desaparezcan en esos cielos
de odios te ladraré porque no vienes".
Recuerdos...
Cuando empiezas a ver y sentir que tu carne pierde juventud,
empiezas a sembrar a futuro nostalgias de dolor, recuerdos
que aunque amados, duelen y queman en ese vacío que no es
más que ausencia de sueños.
Antes de dormir.
La rutina de mi alma -no de mi vida- comienza con el desayuno
de mi soledad, el almuerzo de mis nostalgias y la cena de mis
sueños frustrados; en la noche antes de dormir, un trago de
libertad que calma mi sed de compañía...
Esquirla N° 4
Toda mi inútil nostalgia,
se pierde en el suspiro pasional de mi pecho
como se pierde el sol en cada ocaso
en el horizonte del mar.
Lujuria.
Estoy perdido en la oscuridad de un sueño,
en el deseo febril de tu fina figura,
en tu débil sonrisa, capricho que nace del amor,
laberinto de ensueños creados
por tus suspiros de inocencia
que abren las puertas de mis deseos infernales.
Eres mi locura extrema,
el beso húmedo que ya no podré dar...
fuente eterna de pasión, de magia, de lujuria.
Contracorriente.
Abrió las venas de sus recuerdos
que corrieron como manantiales rojos
y a contracorriente rebasó su cause
violento y vacío de ilusiones y esperanzas,
buscando en la orilla del silencio roto,
las cálidas locuras de pasiones muertas.
Aunque a contracorriente, siempre un abrazo.
Hortensio.
