domingo, 22 de mayo de 2016

¿Qué de malo tiene tener miedo?.


El valor no es la ausencia del miedo,
es la conquista de éste.
Anónimo.

Si pensáramos cuantas cosas hemos 
perdido por el miedo, o nos aterraríamos
o nos 'moriríamos' de la risa...
Farwel.

La máxima expresión 
del miedo es el terror...
Anónimo.

Valor, adrenalina... ¡miedo!
De verdad ¿qué de malo tiene el tener miedo? nada, y en éste Plácido domingo, ¡qué bueno es tener miedo!.. y sí, los miedos, esos que nos acompañan desde niños, aparecen en oportunidades indeseadas ya de adultos y "liberados", estos se reenfocan en un momento dado en tu mente, quien es la creadora de ellos y en ella se estancan por años y años silenciosamente esperando el momento de salir de nuevo a la superficie al menor momento de percibir un peligro - real o supuesto-  y desde luego desde el presente, futuro o guardado desde el pretérito. Es el instinto de conservación que genéticamente nos ha acompañado desde siempre como la más limpia de las emociones primarias de la criatura humana y es el miedo lo que nos ha permitido perpetuarnos como 'raza humana'. 

Y un anónimo decía..."El miedo es la prisión del corazón" y Bertrand Russell, concluía: "La experiencia de superar el miedo es increíblemente deliciosa". Y otro anónimo: "El miedo es solo una palabra de 5 letras"; pero también: "Donde el miedo se haya ido no quedará nada" recitaba una plegaria... y así podría recitar y escribir mil sentencias que ayudan y hasta nos hacen pensar que el miedo no es nada o es superable... otra cosa es la realidad de sentirlo y de vivirlo.

El Pánico y la necesidad de escapar
de la situación (Museo de Madrid)

Y así aparece el miedo instintivo a lo desconocido y a lo indescifrable, siempre presente como espejos de nuestra debilidad ante esa vida llena de temores y hasta de 'terror', miedo cavernario y primitivo que reitero se pego a nuestro ADN ancestral; delgada linea que separa la locura de la realidad. Con este bagaje construimos nuestra propia identidad desde nuestra temerosa naturaleza humana, débiles y mal hechos estructuralmente, endebles y de carpintería precaria que nos acompaña en ese temor irracional a la muerte que representa el lado oscuro de todos nosotros.

Quien no le teme a la muerte no es humano o ya está muerto, con este temor nos agrupamos como grandes cardúmenes de sardinas en ciudades y conglomerados gigantes, en sociedades que desde siempre tienden a descomponerse en favor de unos pocos, ciudades que tienden a aterrorizar el día a día de sus asociados, nos paraliza y nos lleva a protegernos sin darnos cuenta, sin saber que nosotros mismos vivimos sometidos en sociedades caníbales y asesinas. Como decía Freud: "Si quieres vivir, prepárate para la muerte".
El pavoroso miedo incontrolado a los
grandes fenómenos de La Naturaleza.
Al esclavizarnos de nuestros temores o miedos, - que es lo patológico- nos definimos como seres amorfos, sin discurso ni denominación, nos alienamos irracionalmente bajo esa amenaza constante de
agobio que nos asedia y alimenta nuestros miedos en lo que R. MacKee, llamó "El teatro de la mente": esa capacidad racional de recrear lo impensable, lo inconsciente y desde luego lo invisible y lo violento, convirtiéndonos en víctimas de un estatus sociológico de objeto... cosa; todo ésto pareciera no tener sentido por su complejidad. Pero en definitiva si no tuviésemos miedo no mediríamos el peligro que atenta contra nuestra existencia, no estaríamos alerta de nuestro entorno y no nos permitiría pensar entre pelear o huir solo para mantenernos con vida... entonces es bueno que el miedo se active, pero, ¿cuando el miedo nos paraliza...? y nos bloquea, que gran desastre... miedos hechos de puras inseguridades.

El miedo es la advertencia de peligro por excelencia y lo que nos da la experiencia es que  podamos crear en muy pocos segundos conciencia de la situación entre el estímulo externo y la respuesta emocional ante éste. Pero cuando el miedo ya no te pertenece y ha desaparecido, la cosa es muy grave pues el miedo es como la madre, cada uno tiene una... pero son muy personales.

El miedo a la muerte...
Y es una verdad que se debe tener por cierta: "Nunca debe ser triste, lo que no tiene remedio" pues deberíamos decir también que ¿la felicidad es la ausencia de miedo? quizá, es bonito pensarlo y ¿si te da miedo a perder lo que se tiene? yo en definitiva estoy de acuerdo con Montaigne: "No hay cosa de la que tenga tanto miedo como del miedo". 'Tenle miedo a un hombre con miedo, puede ser extremadamente peligroso', decía Farwel. Y uno de mis poetas preferidos Horacio (65 a.C.- 8 a.C.) sentenciaba: "Quien vive temeroso, nunca vivirá libre";  y ya lo decía otro pensador: "Todo miedo es imaginario, la realidad es su antídoto" (Comte-Sponville). Para terminar, Edmund Burke, tiene el colofón de ésta entrada: "El miedo atento y previsor es madre de la seguridad".

De manera que no hay nada de malo en tener miedo, bajo ese parámetro... ¿O.k.?

Un previsor abrazo.

Hortensio.