miércoles, 26 de febrero de 2025

Cansancio.../ Antes que el tiempo me orille.

El secreto de una buena vejez
no es otra cosa que un pacto
honrado con la soledad.
García Márquez, 'Gabo'

En éstas dos pequeñas piezas líricas, el poeta boyacense, encapsula dos aspectos de sus 'provectus' dias, su fatiga antesala de la "gran resignación" y la anhelada Paz que su vida le pide al poco lapso de vida que le queda antes de que el 'tiempo lo orille' indefectiblemente.

               Farwel.

Cansancio...

El cuerpo en su odisea
estaba ya cansado y sus
avatares naufragan en un
piélago de dolor y fatiga,
nostalgia de penas y de
afanes estériles que nada son
porque antes de apagarnos
solo se añora la sagrada Paz
y así la muerte será tibia y
la vida callará en el sin fin
de nunca más...

Antes que el tiempo me orille.

El tiempo, padre del olvido,
nos hace beber de las aguas
prístinas del Leteo y respirar el
aire enrarecido de las lejanías.
Poco a poco iré borrando tu ya 
difusa imagen que dejaré esfumar
y desde las ruinas que dejó tu
ausencia levantaré los cimientos
de una nueva vida y en buscar el
sueño anhelado de la razón con
ilusiones de una rutina preñada
de bellos momentos de felicidad...
me lo prometo antes que me orille
el implacable tiempo.

Tunja, en el año del Señor de 2010.


Un lírico y fuerte abrazo.

Hortensio.


El escorpión.


Hace ya algunos años mi adorada nieta Fernanda, me esperaba, ya tarde, en la sala junto a mi amada biblioteca con una tarea puesta por su profesora de biología y que consistía -según figura en su cuaderno- en que "con la ayuda de sus padres, describan morfológicamente un animal (cualquiera) para discutirlo en clase, el mejor trabajo pasará a la cartelera de honor del colegio." y Ella preocupada simplemente me dijo: "Papi... ¿me ayudas? No había espacio para una negativa, y buscando en un viejo Atlas de la Naturaleza, encontramos a éste portentoso animal y así pudimos describirlo:

El Escorpión.

¡Ese soy yo!!

Yo...!!!

Hola amigos, soy un Escorpión de la dinastía de los 'Buthidae' y soy un enorme Tityus Serrulato, (en honor al gigante de la mitología griega) eso sí de la linea perversa de los arácnidos de sudamérica tropical. Es por eso que mi impostura produce miedo y respeto de bestia depredadora de raza furiosa en donde mis ojos negros -que son varios por cierto- refulgen muerte.

Ponzoñado de acero toledano envuelto en un sutil y mortal tóxico, estoy a disposición de quien me busque, no soy Alacrán de esos sin veneno aunque sean parientes no tan lejanos, soy un picador altamente doloroso, certero y letal por naturaleza. Soy de pocos amigos, más bien solitario y sigiloso pero de tierno corazón, adorador de las noches y sus lunadas, no soy de gran apetito solo cazo pequeños bocaditos con mi aguijón y púa pero no le huyo a las presas más grandes si son suculentas...

Mis brazos están armados de dos poderosas tenazas y pinzas dentadas para sujetar y prensar atrozmente a las infelices víctimas que se cruzan en mi camino, por culpa de mi pequeña boca solo le succiono sus líquidos vitales, ahora, mis ocho patas me hacen veloz para perseguir o huir de un peligro inminente, según sea el caso. Para el ritual de amor con mi efímera novia, solo bailo ante ella al ritmo de una danza que llamamos 'bala' y así la puedo seducir asegurando una sana y bella descendencia.

Quiero comentarles que mis fantásticos ancestros pisaron éste espléndido planeta hace 420 millones de años, asi lo certifican sus amados fósiles. Por respeto más que por temor, algunos viejos sabios  astrólogos de Babilonia, me dieron un sitio entre el Olimpo de los 'Signos del Zodiaco'.

Espero que con estos pequeños datos biográficos y morfológicos, puedan saber que no soy tan feo y peligroso como  algunos humanos nos han querido mostrar... con amor

Un Escorpión.

P.D. Este pequeñísimo 'relato' no solo recibió las felicitaciones de su profesora sino que paso a la cartelera principal del colegio y sus directivas quisieron que fuese leído y discutido en los cursos superiores de bachillerato en su materia de humanidades y literatura.