No seré tu primer amor, pero
si la mejor de tus historias.
Anónimo
Capítulo final.
Al anochecer el joven guerrero y su séquito habìan alcanzado la orilla oriental del Gran Rìo y acamparon a la luz de una inmensa Luna llena con la idea de retomar el camino al amanecer; esa noche sucediò algo inexplicable, los centinelas de turno habìan visto a una hermosìsima mujer entrar desnuda a las frìas aguas del rìo, lo extraño es que jamàs volviò a salir: - ¿Tú la viste...? o fue imaginación mía a - le dijo un guardia al otro que solo murmuró: - Que hermosa imagen la que vimos, pero qué se hizo? era muy real para ser una alucinación. Pero mira allí está su ropa. -Una hermosa túnica de seda de impoluta blancura estaba sobre el césped- cuando el guardia tratò de cogerla, esta se desvaneció ante los ojos desorbitados de los soldados que solo optaron por regresar asustados al campamento, prometiendo no contárselo a nadie puesto que los creerían locos.
El sol despuntaba sus primeros rayos de luz desde las verdes colinas que allende tutelaban al reino de Tarki, luego de un frugal desayuno y cuando William abrió la portezuela del carruaje de la bruja no la encontró ...: - ¡Guardias!, dònde està mi esposa. El que había llegado primero a la presencia del marido solo pudo decir :- No la he visto Señor, por mi puesto no ha pasado. No habìa acabado de dar explicaciones cuando desde el otro lado de la verde y ondulada vega, y a lo lejos apareció la enjuta y jorobada bruja con su paso cadencioso, todos la vieron pasar rumbo al carruaje con cierta repulsión y el héroe de Tarki la ayudó a subir no sin antes recriminarle: -Nunca te vuelvas alejar de mi presencia sin mi permiso, son epocas muy dificiles y no sabrìa manejar la situación si algo te pasará y esa fue mi promesa matrimonial...¡cuidarte!.
El sol despuntaba sus primeros rayos de luz desde las verdes colinas que allende tutelaban al reino de Tarki, luego de un frugal desayuno y cuando William abrió la portezuela del carruaje de la bruja no la encontró ...: - ¡Guardias!, dònde està mi esposa. El que había llegado primero a la presencia del marido solo pudo decir :- No la he visto Señor, por mi puesto no ha pasado. No habìa acabado de dar explicaciones cuando desde el otro lado de la verde y ondulada vega, y a lo lejos apareció la enjuta y jorobada bruja con su paso cadencioso, todos la vieron pasar rumbo al carruaje con cierta repulsión y el héroe de Tarki la ayudó a subir no sin antes recriminarle: -Nunca te vuelvas alejar de mi presencia sin mi permiso, son epocas muy dificiles y no sabrìa manejar la situación si algo te pasará y esa fue mi promesa matrimonial...¡cuidarte!.
Levantaron el vivac y se encaminaron hacia el ponteadero en donde descansaba una gigante plataforma hecha de grandes troncos de madera y amarrada a dos grandes columnas de cuyas cimas se desprendía una gran polea y una soga o camello tejido de grandes dimensiones que cruzaba el río hasta la otra orilla casi a ras de la fuerte corriente.
Ya en la otra orilla, estaban en el condado y la caravana siguió rumbo a vieja casona fortificada que era el centro administrativo y militar de toda la región una horas después estaban ante la imponente edificación y aunque la noticia de ese matrimonio anormal ya había llegado hasta los rincones más alejados del imperio, los habitantes de la comarca le dieron la bienvenida al guerrero insigne. Muy preocupados pero resignados vieron descender a la bruja en compañía - cosa rara- de un fraile- del carruaje y entrar por la puerta principal de la soberbia casona Aventina, en donde William dio las órdenes pertinentes de la acomodación de la hechicera y en la alcoba principal y que la servidumbre le atendiera hasta el más mínimo capricho.
Después se propuso recorrer, en compañía de sus hombres de confianza, todo el condado y conocer todos los poblados de la región y hacerse conocer como el nuevo amo y señor de la comarca aventina; en eso se le fue todo el día. Entrada la noche arribaron a la casona y William se dirigió a su pequeño cuarto aledaño a la habitación señorial. Al pasar por el frente escucho ciertos ruidos que le intrigaron y se propuso entrar de sorpresa a la misma, pero el sorprendido fue él. En el interior de encontraba una hermosísima mujer rubia, de esbelta figura y vestida de con una túnica de seda de impoluta blancura que parecía brillar en la penumbra de la habitación que trascendía de un suave y fresco aroma...
Ya en la otra orilla, estaban en el condado y la caravana siguió rumbo a vieja casona fortificada que era el centro administrativo y militar de toda la región una horas después estaban ante la imponente edificación y aunque la noticia de ese matrimonio anormal ya había llegado hasta los rincones más alejados del imperio, los habitantes de la comarca le dieron la bienvenida al guerrero insigne. Muy preocupados pero resignados vieron descender a la bruja en compañía - cosa rara- de un fraile- del carruaje y entrar por la puerta principal de la soberbia casona Aventina, en donde William dio las órdenes pertinentes de la acomodación de la hechicera y en la alcoba principal y que la servidumbre le atendiera hasta el más mínimo capricho.
Después se propuso recorrer, en compañía de sus hombres de confianza, todo el condado y conocer todos los poblados de la región y hacerse conocer como el nuevo amo y señor de la comarca aventina; en eso se le fue todo el día. Entrada la noche arribaron a la casona y William se dirigió a su pequeño cuarto aledaño a la habitación señorial. Al pasar por el frente escucho ciertos ruidos que le intrigaron y se propuso entrar de sorpresa a la misma, pero el sorprendido fue él. En el interior de encontraba una hermosísima mujer rubia, de esbelta figura y vestida de con una túnica de seda de impoluta blancura que parecía brillar en la penumbra de la habitación que trascendía de un suave y fresco aroma...
- ¡Quién es Usted, conteste! y en dónde está mi esposa, -instintivamente se llevó la mano al cinto tomando su daga dorada- Ella cruzó sus brazos y sus blancas manos sobre su vientre bajo y esperó tranquila el embate del desconcertado joven.
- Dígamelo o aquí mismo la haré confesar por la fuerza, donde está mi esposa y qué hace Usted aquí, conteste, -ya había llegado frente a frente ante la 'diosa' que le miraba con ternura. - No pudo separar su mirada de los celestes ojos de la hermosa mujer, cuando pudo romper el embrujo acariciador de esa mirada, retrocedió y sacó la daga y la apuntó hacia Ella como para iniciar un ataque...
- Espera, -dijo con una dulce y suave voz- soy Beth.
-No me mienta, esto no puede ser - y se puso a recorrer la instancia en una búsqueda inútil de la bruja- explíqueme o no respondo de mis actos...
- Por favor escúchame... así como tu rey, fui víctima de las infamias siniestras del conde Jhon, cuando mi padre se opuso a darme en matrimonio cuando aún era una niña, pues sabía que estaba muy enfermo y pronto moriría, el heredaría todo por ese matrimonio, desde luego las tierras de mi familia pues era única hija. Mi padre al sentir que se moría escribió una carta al padre de Edward pidiéndole que me protegiera, mientras tanto, me escondió en la cueva de la montaña negra, pero para mi desgracia la carta fue interceptada por Morgana que me encontró en mi escondite matando a mi mamá quien me cuidaba. Y así lanzó su poderoso hechizo sobre mí.
- Dígamelo o aquí mismo la haré confesar por la fuerza, donde está mi esposa y qué hace Usted aquí, conteste, -ya había llegado frente a frente ante la 'diosa' que le miraba con ternura. - No pudo separar su mirada de los celestes ojos de la hermosa mujer, cuando pudo romper el embrujo acariciador de esa mirada, retrocedió y sacó la daga y la apuntó hacia Ella como para iniciar un ataque...
- Espera, -dijo con una dulce y suave voz- soy Beth.
-No me mienta, esto no puede ser - y se puso a recorrer la instancia en una búsqueda inútil de la bruja- explíqueme o no respondo de mis actos...
- Por favor escúchame... así como tu rey, fui víctima de las infamias siniestras del conde Jhon, cuando mi padre se opuso a darme en matrimonio cuando aún era una niña, pues sabía que estaba muy enfermo y pronto moriría, el heredaría todo por ese matrimonio, desde luego las tierras de mi familia pues era única hija. Mi padre al sentir que se moría escribió una carta al padre de Edward pidiéndole que me protegiera, mientras tanto, me escondió en la cueva de la montaña negra, pero para mi desgracia la carta fue interceptada por Morgana que me encontró en mi escondite matando a mi mamá quien me cuidaba. Y así lanzó su poderoso hechizo sobre mí.
-¿Y cuál fue ese hechizo que te tiene ante mi de una forma diferente y no como la bruja con la que me casé... no lo puedo entender?
-Fue simple pero a la vez muy complicado. En el día sería una bruja y en la noche recobraría mi imagen natural, esto hasta que cumpliera los veintiún años cuando me casaría con el Conde, mientras que Morgana se encariñó conmigo y me empezó a enseñar su magia como una aprendiz para que algún día la reemplazara. Así crecí lo suficiente como para empezar a urdir mi venganza y fui descubierta y el hechizo se hizo perpetuo, pero como todo hechizo es susceptible de romperse y mientras no lo pueda hacer, mi desdicha es seguir en este estado de cosas. En el día bruja ante los ojos despreciativos de todos y en la noche tengo que salir a llorar hasta el amanecer toda mi desdicha.
- Y yo que puedo hacer para ayudarte, si es que es verdad todo lo que me has contado, es mi deber pues ahora soy tu esposo...
- Nada, ya has hecho lo suficiente con haberme desposado... ahora, por favor déjame salir, tengo que cumplir con mi hechizo o voy a morir si lo incumplo.-Fue simple pero a la vez muy complicado. En el día sería una bruja y en la noche recobraría mi imagen natural, esto hasta que cumpliera los veintiún años cuando me casaría con el Conde, mientras que Morgana se encariñó conmigo y me empezó a enseñar su magia como una aprendiz para que algún día la reemplazara. Así crecí lo suficiente como para empezar a urdir mi venganza y fui descubierta y el hechizo se hizo perpetuo, pero como todo hechizo es susceptible de romperse y mientras no lo pueda hacer, mi desdicha es seguir en este estado de cosas. En el día bruja ante los ojos despreciativos de todos y en la noche tengo que salir a llorar hasta el amanecer toda mi desdicha.
- Y yo que puedo hacer para ayudarte, si es que es verdad todo lo que me has contado, es mi deber pues ahora soy tu esposo...
El formidable guerrero trató de impedirle el paso, pero ella lo apartó con con delicadeza, más bien con suavidad, este quedó petrificado y no pudo impedir que saliera. Esa noche no pudo dormir esperando la llegada de su esposa convertida en bruja... no podía quitarse de su mente esos divinos ojos azules llenos de tristeza, y se repetía una y otra vez que tenía que haber algo para romper el hechizo y así transcurrieron las horas hasta que el gallo cantó en lejanías y sintió unos pasos casi inaudibles cuando salió al pasillo Beth, convertida en bruja acababa de cerrar la puerta de su cuarto, había dicho la verdad: - Mejor la dejó descansar, esta noche la visitaré y algo tendré que hacer, pensó para si.
El ocaso pintó el cielo de rojo sangre envuelto en rayos dorados que le daban la despedida al día y la noche llegó, William se despidió de sus amigos y entró en la casona subiendo a trancazos la distancia que lo separaba de su esposa. Abrió la puerta y ella estaba allí sentada al borde de la cama. Hasta ahí llegó y de rodillas le tomó las manos entre las suyas y le susurro : - Dime lo que debo hacer, anoche no dormí pensando en tí, dime que hacer, tú conoces el hechizo. Ella levantó su mirada y sus ojos anegados de llanto le miraron como suplicantes, el captó el mensaje, la hizo levantar y sin poder pensar en lo que estaba haciendo, simplemente la besó... ella se desmayó y no recobró el sentido sino después de unos angustiosos minutos.
-Solo dime que me amas...
- Te amo desde ese primer momento que miré tus ojos. Y de nuevo la besó con ternura.
-El hechizo se ha roto y dos eran las condiciones de Morgana, una que debía casarme con un noble caballero y ya lo eres, pero la más importante, que me llegase a amar y ese primer beso fue puro y lleno de sentimiento. Gracias esposo mío.
Y sí, vivieron felices, desde luego comieron perdices y la comarca floreció de prosperidad así como la familia del guerrero y la bruja, -perdón - la bella dama Lady Bheth y como por arte de magia el tío Jhón fue desterrado más allá del 'Mare Nostrum' y de Morgana no se volvió a saber nada, el hechizo de amor fue más poderoso. El rey Edward, se casó por conveniencia con la hija de otro rey y la paz no tardó en llegar al Imperio...
Un abrazo lleno de retorno.
Hortensio.
- Te amo desde ese primer momento que miré tus ojos. Y de nuevo la besó con ternura.
-El hechizo se ha roto y dos eran las condiciones de Morgana, una que debía casarme con un noble caballero y ya lo eres, pero la más importante, que me llegase a amar y ese primer beso fue puro y lleno de sentimiento. Gracias esposo mío.
Y sí, vivieron felices, desde luego comieron perdices y la comarca floreció de prosperidad así como la familia del guerrero y la bruja, -perdón - la bella dama Lady Bheth y como por arte de magia el tío Jhón fue desterrado más allá del 'Mare Nostrum' y de Morgana no se volvió a saber nada, el hechizo de amor fue más poderoso. El rey Edward, se casó por conveniencia con la hija de otro rey y la paz no tardó en llegar al Imperio...
Fin.
Un abrazo lleno de retorno.
Hortensio.