sábado, 28 de marzo de 2020

La bruja y el amor.

Usted cree en lo desconocido,
yo en lo que puedo conocer...
H. Farwel.


Capítulo tercero

Empezaba el cielo a teñirse de rojo y oro anunciando el crepùsculo de ese día cuando bajaron el puente levadizo para cruzar el inmenso foso que resguardaba la fortaleza del castillo y tanto la tropa como la gente que habitualmente se encontraba dentro de las murallas empezaron a salir estupefactas al ver a su héroe pasar con la bruja que atenazaba su cintura al paso cadencioso y firme del hermoso animal que se encaminaba al frontispicio del gran salón del trono. William, de un salto dejò la cabalgadura y tomó a la anciana por la cintura y como si fuese una pluma la depositò en el suelo.

El castillo de la historia...
Las pesadas puertas se abrieron y los dos franquearon su umbral... en esas y como si hubiese visto al mismo demonio apareciò Roberth :- Sir William, su Majestad ¡està agonizando! ràpido, no hay tiempo que perder. Pasaron por detrás del trono y se encaminaron a las escaleras que subìan a los demás niveles  y en ese tercero estaban las habitaciones reales, abrieron las custodiadas puertas e ingresaron, en el fondo se podìa claramente ver al agònico rey respirando con dificultad sus últimos momentos de vida. La bruja mirò hacia la ventana en cuyo marco se encontraba un cuervo negro, cuando se encamominò hacia el pajarraco, èste emprendiò el aleteo emitiendo un ruido gutural que helò las venas de los presentes, entonces nuestra bruja gritó : - ¡Morgana! 

Cierren las ventanas gritò Roberth a los demàs sirvientes, Beth, estaba sacando sus pòcimas en una mesa aledaña, pidiò un vaso de vino y en èl vertiò el menjurje que habìa preparado, cuando se iba a acercar al moribundo, el protomédico se le atravesò y trato de oponerse a las intenciones de la bruja, entonces se oyò la fuerte voz del guerrero que le gritò: ¡No se le ocurra tocar a mi prometida! el silencio y la sorpresa se apoderaron de los presentes. Abriò el libro de los hechizos roìdo de polilla y en un idioma que parecìa un latìn muy primitivo, con su vocecilla de anciana, recitó unos versos inentendibles, tomò la copa y le dijo a su prometido que le levantara levemente la testa real, acercò el borde a los labios resecos y dejò caer el contenido por su garganta.

La expectativa era total, la bruja cautelosamente se retirò a lo màs oscuro de la habitaciòn y el sacrificado amigo sostenièndo el cuerpo real empezò a sentir que se agitaba, de pronto hizo una muy fuerte y profunda aspiraciòn que llenò sus pulmones y exalò abriendo los ojos desmesuradamente, estos se encontraron con los de su amigo: -William, què haces aquì, debieras estar en la frontera... ¿que ha pasado? porquè estoy en cama y rodeado de todos estos vagos... ¡Roberth, mi capa! se fue a incorporar pero no pudo, el cansancio parecìa superior a sus fuerzas. Su amigo lo depositò nuevamente en el lecho y le dijo: - Su majestad, estaba agonizando y lleva màs de una semana delirando con fiebre y por ùltimo hoy casi no respiraba, temìamos lo peor.

El siniestro aroma del hechizo...
- Còmo es posible -susurró el rey- si esta mañana estaba de lo mejor y... ¿que dijiste, una semana en cama? que pasò. El guerrero que no se apartaba de su lado le comentò frìa y llanamente: -Lo envenenaron con un hechizo y creo saber quien fue, mi prometida gritò un nombre: Morgana, ¿le dice algo ese nombre...? se quedò callado y cerrando los ojos habló en voz casi inaudible. -La hechicera que tratò de matar a mi padre y amiga de mi tio, viejo traidor le harè pagar lágrimas de sangre... menos mal mis mèdicos lograron sacarme de este trance tan terrible. :- No su Majestad,  ellos no pudieron hacer nada, era un hechizo y muy fuerte. El rey tratò de incorporarse tomando el brazo de su amigo y como pudo gritò:- ¡Beth, maldita bruja déjate ver!

La pequeña, apestosa y horrorosa bruja empezò a emerger de la penumbra como temerosa de la ira del rey y se detuvo a cierta distancia: -Te dije que si te volvìa a ver te cortarìa tu inmunda cabeza, bruja traidora... Entonces, la pequeña mujer pareciò crecer y brillar de repente y con potente voz  habló: -Edward de Tarkin, esperè por muchos años este momento para reivindicar mi nombre y el de mi familia que fue mancillado por su maldito tío, El Conde Jhon y la conjura que hizo en copañìa de Morgana, quien odiaba a tu padre por que la rechazò en matrimonio y como venganza le ofreció tu vida para derrocarte y acceder al trono, todos fueron testigos de su presencia hoy aquì, de tu vida ya nada quedaba, solo el amor fraterno de tu amigo William te pudo salvar, ese era uno de los requisitos para romper el hechizo, el cariño sincero de un hermano que sacrificò todo por salvar la tuya.

-William, ¿es verdad lo que dice este engendro del demonio que tratò de envenenarme con 'Acua Tofana'  por orden de mi tiò...? Con voz fuerte, para que fuera oìdo por los presentes le contestò: -Me temo que todas y cada una de las palabras de mi prometida, son ciertas y solo Ella podìa salvarte y asì lo hizo. El imperio le debe gratitud. Se incorporò del todo y se puso de pie tomado del brazo de su amigo y hermano: - Un momento, explicame eso de que la bruja- señalàndola con el índice lleno de desprecio - es tu prometida... :- Era el precio de tu vida y empeñe mi palabra.
La nueva tierra del Conde William...
No sin opociciòn, el rey como testigo y un fraile mendicante, antiguo amigo de la familia de Beth, los caso en la capilla privada del palacio. Agradecido por el sacrificio de su mejor guerrero y amigo, les regalò un condado que quedaba allende el riò grande y le concediò el tìtulo de Conde Aventino. El nuevo noble saliò del castillo y en la puerta fue despedido por el rey con un fuerte abrazo. Montò su noble alazán y presidió la caravana de la carroza de su esposa y el pequeño ejército de su guardia personal. Era primavera, cuando bajaron el puente de la fortaleza y empezò a cabalgar sobre él, el sol que le daba de frente lo acariciaba y el viento llegaba cargado de aromas primaverales. Estaba muy tranquilo, ignorando su destino pues no presentìa lo que el futuro cercano le depararìa...

Continuarà:

De nuevo un abrazo a la distancia.

Hortensio.



1 comentario:

  1. Quiero aprovechar esta oportunidad para agradecer a un gran hombre llamado Dr. Ajayi porque me ayudó a recuperar a mi prometido después de 6 meses de separación con sus poderes de hechizo transmitidos a él por su antepasado, nunca creo en hechizos, pero decidí darle un intento, sinceramente me sorprendió con su gran poder de hechizo. Nunca pienso en mí mismo haciendo tal testimonio, pero lo estoy haciendo porque estoy lleno de alegría porque estoy felizmente casado ahora. así que si necesita la ayuda de un lanzador de hechizos para cualquier tipo de hechizo, debe comunicarse con el Dr. Ajayi en WhatsApp o Viber: +2347084887094 o correo electrónico: drajayi1990@gmail.com

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