domingo, 15 de mayo de 2016

Guadalupe...


"Es mejor ser odiado por lo que uno es, que amado por lo que no se es."
Anónimo.

Esta poesía 'erótica', si se ha de llamar así, está dedicada a una persona muy querida y una verdadera pionera de los movimientos de la liberación del ser humano contra la imbécil discriminación de género... Alguien ante un ataque homofóbico entregándole una flor a su detractor le dijo: "Su amor no daña, su odio sí". Un Plácido domingo, queridos lectores... 


Un amor libre.

Guadalupe encontró su amor y
la sociedad la condenó tácitamente; se amaron en silencio devorándose
con la mirada por todos los rincones
de esa oficina tensionante de estrés.


Era ternura, era lujuria santa... era amor,
 su pasión se volvió tormenta que alejaba
la calma y no presentía paz;
de día escondían su atormentado amor
ya de por sí anormal y ¿qué es anormal
cuando en el amor se es honesto...?

Apariencias fatigadas de temor, sí,
de temor a ser juzgadas provocándoles
angustias y ansiedad, sí, ansiedad de 
no poder amar con locura, de besar
con expiación y sin límites... de destrozar
la piel en un incalculado abrazo sin fin. 

Por eso buscaban la deseada y taciturna
noche, sí, la noche que al caer sobre la
indolente ciudad, las volvía invisibles e
incógnitas entre la multitud de seres anodinos
y anónimos, sintiendo seguridad en la indiferencia
impensada y sutil de gentes que pasaban a su lado.

Rumbo a su refugio amado a su suave tálamo nupcial
con una sápida desaparición, sabían que allí
encontrarían la tan anhelada y absurda felicidad
que tenía la necesidad de que pareciera eterna;
al llegar como enajenadas daban rienda suelta a sus
enfebrecidos cuerpos para que fuesen ellas mismas.


Y ante la llamada cierta de la lujuriosa Naturaleza,
enardecidas se amaron, se amaron hasta el agotamiento
y así al cabo de horas interminables llegaba la exigida
calma del cansancio, habían desfogado todo aquel
sentimiento de frustración guardado durante el cruel
día que las separaba en cercanas y absurdas lejanías.

Y llegaba con la fatiga las caricias y la ternura
que Guadalupe sentía por esa criatura frágil y bella
que encontró esperando en su camino como premio a
su insistente seducción de sortilegios por ella soñados...
 mañana sería otro día con la amada rutina de esperar
segura que la noche llegara para de nuevo huir;
sí, huir que siempre es una opción válida. 

                                                                                                             Farwel 1989


Paseo en la llegada de la tristeza.

Tengo la muerte
adherida en mis zapatos.

No importa donde vaya,
siempre me anda matando.

Quizás entiendas, ahora,
por qué vamos viviendo
al tiempo que caminamos.

                         (Carlos del moral)
El suave vuelo de una
mariposa puede modificar
la fuerza del viento al
otro lado del mundo,
creando huracanes...

Esta es, la teoría del caos.


Pienso que "El cura rojo" se hubiese sentido orgulloso
de que su ilustre melodía para virtuosos del violín,
estuviese en manos de ésta encantadora 'niña'...


Un caótico abrazo.

Hortensio.