La ciudad que no duerme... |
MI QUERIDA CIUDAD AUSENTE.
Con la mirada ausente que no significa nada
de nada, solo un sórdido y callado sinsentido;
solo un ir y venir por esas, sus calles viendo
caras monótonas y frías que saludan como ausentes,
sombrías las miradas se diría que... ¡tienen miedo...!
Miedo al vivir
Miedo al placer
Miedo al equivoco
Miedo al amor fugaz
Miedo a morir...
Miedo a lo irrazonable
Miedo a lo desconocido. ¿Yo...?
Ciudad vorágine de prisas y más prisas que no
son otra cosa que miedos y más miedos...
de nauseabundos parajes secados al sol y al viento
seres descarnados en rutinas siempre obedientes por temor.
Miedo necesario... bienvenido, en ésta ciudad ausente,
si no te miro de frente un puñal de veneno en la espalda
encontrarás y penetrará con grande sobredosis de asco,
nausea y recelo de hipocresía y falsedad..
Pero también es mi ciudad ausente donde puedo encontrar
porciones de simples esquirlas de piedad impregnadas de
sutilezas, ternuras y hasta candidez que le pondrá cara de
dolor a la cotidianidad de la maldad... a la degradación, a las
perversiones, y a las cochinas perversidades.
Pero cosa extraña, adoro su presencia y muero por su olor,
su ruido y su frío calor... ¡qué le voy a hacer! te amo
ciudad ausente y pienso que mucho te debo por eso y mucho
más de regalo te dejaré en mi sentir y en mi triste testamento...
mi pútrido cuerpo al morir.
Farwel a su Bogotá en 2009
El monstruo... |
Un abrazo muy citadino.
Hortensio.