De Nuevo en este Plácido domingo… con una sensación rara que se puede equiparar a una angustia extraña al pensar en el futuro que les espera a mis nietos y a los hijos de ellos, en una distopía que me ha puesto a pensar en ese incierto futuro que ha dado síntomas inequívocos de cómo puede ser, repito es solo una distopía de un mundo que crece desaforadamente y a la vez se achica...
La sombra de Frankenstein, y el sueño de una distopía... |
Podemos revisar la historia de la demografía que nos dice que hasta el siglo 18 y bien entrado el siglo 19, el crecimiento de la población mundial se produjo a un ritmo muy lento a consecuencia de las enfermedades de masas, las endemias y desde luego las pandemias, la gran mortalidad infantil, las hambrunas que degeneraban en un precario nivel alimenticio y muchas más causas como las estúpidas guerras que daban a la población una vida media que no pasaba de los 30 años; esto puso a pensar al gran Montesquieu, sobre la "despoblación como una pavorosa perspectiva".
Entonces apareció la Penicilina y los avances médicos en el sigo 20, y el ritmo de crecimiento fue en ascenso, la mortalidad infantil disminuía y la esperanza de vida aumentaba significativamente, empezó así una alta en la natalidad y disminución de la mortalidad global, entonces empezamos ver el alto crecimiento demográfico de hoy en día, sin precedentes en la historia de la humanidad. Este es el panorama que inquieta a todas las naciones del mundo y que han provocado toda clase de 'teorías de conspiración' como desatar intencionalmente pestes víricas para atajar ese crecimiento o desatar una 'tercera guerra mundial' desde luego nuclear, o la más infame: matar viejos inútiles, o el freno natal en la China con el hijo único. El conocido apotegma de Alberdi "gobernar es poblar" perdió toda su vigencia ante esa cruda realidad que es hoy la llamada "explosión demográfica".
Bueno, planteado el panorama he aquí mi distopía, y solo es eso...
La inteligencia artificial ¿al servicio del hombre? |
Soñé que estaba en un restaurante muy bonito, llamé al camarero y apareció un robot con figura humana perfectamente parecido a cualquier humano de carne y hueso, solo que más bonito, siempre acude a el llamado sin dilación, jamás es descortés, perfectamente limpio, no olvida nada por mas grande que sea el pedido de los comensales y lo mejor, no come, no bebe, no fuma, no duerme, no tiene prestaciones sociales, ni tiene mujer ni mucho menos hijos que mantener. Hermoso ejemplo de lo que en el muy cercano futuro nos deparará la "inteligencia artificial".
Con la "dictablanda" o dictadura de las máquinas, todas las cosas serán perfectamente iguales, y los aparatos se volverán imprescindibles... cantarán, crearán, destruirán, matarán, opinarán y dirigirán, controlarán y serán inexorablemente fríos, matemáticos y exactos, aparatos despiadados quien no les sirva lo aplastarán sin piedad que desde luego no saben qué es. Cada aparato sabrá exactamente un oficio y lo cumplirá a la perfección y los seres humanos seremos sus esclavos... es solo distopía.
Por eso los hombres de ese cercano futuro, aparatizados como las máquinas que no sienten, no sufren pues no viven, empezaran a olvidar qué es sufrir, y qué amar y vivir. Y de verdad no sabrán que es el sufrimiento, tan solo sentirán algún tipo de angustia y padecimiento que de inmediato será reparado. ¿Amar? ¡Já...! el amor murió anteanoche. No habrá sino conveniencia y sexo, y abundarán las dudas, las expectativas, la histeria soterrada y el temor o miedo, Habrá demasiados locos, muchos y la otra mitad estarán en tratamiento. Es solo una distopía.
'Todo será igualitarismo, será el nuevo dios. |
Todos nos vamos igualizando de una manera desesperante, los negros querrán ser blancos y los blancos bronceados, los bajitos harán lo indecible por ser más altos y éstos por ser mas bajos, los gordos querrán adelgazar y los flacos por engordar un poco, los viejos por parecer más jóvenes y las mujeres por igualar a los hombres, es la 'revolución de la igualdad' que en el pasado era una total utopía. Todo será en masa o en serie y todo será uniformidad, es cuestión de economía. Los matrimonios, serán un comercio a término fijo, los divorcios serán una industria y los hijos permitidos, un artículo de lujo... no habrá sino temores en la distopía que he soñado en el cual habrá un mundo falso en donde se refugiarán las futuras generaciones de 'homo sapiens'. Hasta el miedo que puedan sentir, será igual en todos.
Bueno, esto daría para una novela distópica, pero paremos aquí puesto que me iré a tomar un tranquilizante de esos que se han inventado en el 'siglo de las tecnologías', nuestro único siglo 21.
Un abrazo distópico...
Hortensio.
Un futuro distópico... |