jueves, 10 de enero de 2013

Un Einstein ateo


  A las pocas horas de su muerte que acaeció el 18 de abril de 1.955, el prodigioso cerebro del astro-físico, fue recuperado y tajado en 240 piezas que se preservarían para un estudio posterior... ¿habría diferencias biológicas o morfológicas con el cerebro de los no genios?... ¿Los genios nacen o se hacen? que espectaculares preguntas ante el cerebro de tan inquietante genio; después de pesarlo y medirlo, se pudo determinar - por los fisiopatólogos - que el lóbulo parietal era el 15% mas grande que los demás 35 hombres y mujeres que sirvieron de muestra comparativa (entre ellas la de un asesino serial que acaban de ejecutar).

La palabra Dios no es para mi nada más que
 la expresión y el resultado de la debilidad humana.

Pero esa arquitectura cerebral, fue fruto de una constante ejercitación por medio del estudio metódico y persistente y no de naturaleza especial como se puede creer, en lo que si hay consenso es que sin práctica y dedicación el talento se pierde... inexorablemente. Hoy como lo anuncia el título de la entrada y para acabar con dudas al respecto, me he propuesto transcribir varios de sus comentarios al respecto de sus creencias personales sobre Dios:

- Creer es más fácil que pensar. He ahí la razón de que haya más creyentes.

- Si la gente es buena sólo porque temen el castigo y porque esperan una recompensa, entonces somos un grupo lastimoso.

- Si ese ser es omnipotente, entonces cada ocurrencia, incluyendo cada acción humana, cada pensamiento y cada sentimiento y aspiración humana también es su obra; ¿Cómo es posible pensar en hacer responsable al hombre de sus actos y pensamientos ante tal ser todopoderoso? Al dar castigo y recompensas, hasta cierto punto estaría juzgándose a Sí mismo, ¿Cómo puede combinarse ésto con la bondad y justicia que se le adjudican?

-No creo en la inmortalidad del individuo, y considero que la ética es exclusivamente de interés humano, sin ninguna autoridad sobrenatural detrás de ella.

-No puedo concebir un Dios que recompense y castigue a sus criaturas, o que tenga una voluntad del tipo que experimentamos en nosotros. Tampoco puedo ni quiero concebir un individuo que sobrevive a su muerte física; dejemos que los espíritus débiles, por miedo o por egoísmo absurdo, valoren tales ideas. Yo estoy satisfecho con el misterio de la eternidad de la vida y con la conciencia y el atisbo de la maravillosa estructura del mundo existente, junto con la lucha dedicada a comprender una porción, así sea minúscula, de la razón que se manifiesta a sí misma en la naturaleza.

- El comportamiento ético de un hombre debería basarse suficientemente en la simpatía, educación y en los lazos y necesidades sociales; no es necesaria ninguna base religiosa. El hombre verdaderamente en un pobre camino si tuviera que ser reprimido por miedo al castigo y por la esperanza de una recompensa después de la muerte.

- Era, por supuesto, una mentira lo que leíste sobre mis convicciones religiosas, una mentira que ha sido sistemáticamente repetida. No creo en un dios personal y nunca lo he negado, por el contrario, lo he expresado claramente. Si algo hay en mi que pueda ser llamado religioso es entonces la admiración sin límites a la estructura del mundo hasta donde la ciencia ha podido revelarnos por el momento.

- Como dije en alguna ocasión, no puedo imaginarme a un dios que premia y castiga a los objetos de su creación, cuyos propósitos han sido modelados bajo el suyo propio; un dios que no es mas que el reflejo de la debilidad humana. Tampoco creo que el individuo sobreviva a la muerte de su cuerpo: eso no son más que pensamientos de miedo o egoísmo de lo más ridículo.

- Aunque se ha dicho que la fe mueve montañas, la experiencia ha demostrado que la dinamita lo hace mucho mejor.

Una frase de Anatole France que al genio le fascinaba: "Si 50 millones de personas creen en una tontería, sigue siendo una tontería".

Esto es solo algunos de los comentarios hechos a la prensa cristiana de su país adoptivo que desesperadamente querían ponerlo de su lado para efectos propagandísticos a lo que airadamente pero con decencia los mando para 'el carajo'.

¿Dios...?

Para mitigar un poco la entrada, de paso, me acuerdo de la ocurrente respuesta de Einstein, a una beldad, cuando terminaba una conferencia sobre la 'teoría de la relatividad'. La hermosa mujer, que poco entendió de la conferencia del genio, se le acercó y le propuso imprudentemente: "Profesor: ¿no le gustaría tener un hijo dotado de su talento y mi belleza?". Tonta propuesta a la que respondió, sin vacilar: "Y ¿qué tal si resultara lo contrario, con mi fealdad y su escaso talento...?


Un abrazo fraternalmente ateo.

Hortensio.



   

domingo, 6 de enero de 2013

'El Itinerarium' de Egeria.

  
En alguna ocación, cuando me encontraba presto a iniciar un viaje por el caribe sur, algún eficiente empleado del aeropuerto me hizo una pregunta tan simple y reiterativa en este 'mundo viajero' que después de una tonta respuesta me quedé barruntando y la memoria me llevó, no se él porqué, a finales del siglo III o comienzos del IV de n.e. (nuestra era); la pregunta que todos hemos oído... ¿Cual es su itinerario...?


Desde luego mi mente voló hacia una inquietante peregrina a quien llamaban, cariñosamente, "la santa loca" y quien en realidad fue conocida como EGERIA quien a finales del 396 y al comienzo del 400, peregrinó (así se le llamaba antiguamente a los viajeros) hacia los 'lugares santos', dejando un maravilloso relato de viaje que llamó 'El Itinerarium ad Loca Sancta', y que fuera descubierto en 1.884, por casualidad, por el erudito 'ratón de biblioteca' Gamurrini, en la biblioteca de Santa Maria de Arezzo y procedente de la abadía de Montecasino; aunque se encontraba bastante deteriorado y mutilado el inquietante manuscrito, se dejaba leer en un 'latín popular tardío' que hace de su filología una deliciosa fuente de como se vivía en aquella lejana y oscura época...

Por ejemplo y porque vale la pena decirlo, como ella pensó, que Jesús el de Nazaret, contrario a lo que insinúa La Biblia, éste personaje si escribió muy bien y bellamente, Ella que vio una copia en Arabia de la carta escrita por Jesús el histórico, emocionada lo conto en su manuscrito. Se refiere a un bellísimo episodio de la vida de Jesús y que para desgracia de los cristianos ortodoxos, a algún interpolador ignorante de los muchos de los que le metieron la mano al 'Testamento Nuevo', no le gustó y fue declarado, -como muchos otros increíbles testimonios-, como un despreciable episodio 'apócrifo' (hermosamente anhelados, éstos, por los más grandes historiadores de todas las épocas) pero volvamos a lo propuesto y a la historia de la carta:

Cuentan los documentos históricos, escritos por parte sabios y eruditos escribas de Mesopotamia, que el legendario rey EBGAR V de Edesa, estando enfermo de lepra, escribió a Jesús que fuese a su reino para que pudiese curarlo, para tal fin envió una esplendida comitiva a la Palestina y allí encontraron a "El Mesías" haciendo milagros y diciendo parábolas; le entregaron la misiva real que éste leyó con mucha pasión, y pidiendo un "papel"  se retiró a un lado y le escribió al rey de forma muy fehaciente y sentida, -según relata Eusebio- que Jesús estaba pronto a cumplir con su destino terrenal y no podía viajar a conocerle, pero como su fe en él fue total y sincera, lo había salvado, y que después de su Ascensión, le enviaría a un discípulo. Esta tarea le fue encomendada a Tadeo, que bautizó a Ebgar y que además fue curado...

También describe la viajera, que conocido el lugar en donde se venera la tumba del apóstol Tomás. Estos y muchos más detalles significativos fueron contados por su infatigable pluma. Su nombre lo descifró el monje gallego Valerio, a mediados del siglo VI quien la describe como Echería o Etería, pero que a él le pareció más acertado Egeria...

Ella peregrinó (se infiere) desde algún lugar de Hispania a Constantinopla que tomó como base de operaciones, de allí salió en un larguísimo viaje, que duraría más de tres años, y llegaría a Jerusalén, Belén y Hebrón, pasando luego a la Galilea, cuenta que subió al monte Sinaí y al de Horeb, regresando de nuevo a Jerusalén por el territorio de Gesén; pasa un buen tiempo en el monte Nebo en Arabia y Egipto, después recorre la Samaria llegando luego de nuevo a la 'apasionante' Jerusalén, más de tres años después de haber iniciado su increíble viaje, decide regresar a Constantinopla, por territorios de Siria, Mesopotamia y Asia Menor tocando a Tarso y por Galacia y Bitinia, llegar de nuevo a Bizancio, en donde manifestó querer ir a Éfeso, allí parece que cortó su narrativa y concluye su diario de viaje.


Ese fue su excelso itinerario de viaje y uno de los más completos relatos en detalles de los lugares que pisaron sus alocados pies de Mujer, siendo la primera de su genero en escribir una bitácora de viaje y que los describe de este modo tan singular, que como ella misma dice: "Mi curiosidad no tiene límites"... no sabemos nada más de esta viajera pero "gracias a Dios" y a ella, nos quedó su inmortal manuscrito.

Que opinan, estimados lectores... ¿Cual es tu itinerario?

 Un abrazo viajero.

Hortensio.