El Instante.
Nunca sabremos nada del instante,
es la distancia sin medida y
el espacio que no sabemos llenar,
es el bello lugar donde encontramos
años luz que laceran nuestros ojos
es un instante del cual no sabemos
nada y no podemos calcular...
***
Jamás pude encontrar la fantasía que
me unía a tí en sombras y engaños,
escondida entre las manos deshechas
y los pies descalzos sobre la tierra...
la fantasía que caía desde la nada
abría los brazos a la infame angustia
y me borraba indefectiblemente de tu
recuerdo que en realidad solo fue un
sueño.
***
La negra briza llegada desde el sur
se atreve a besar mi piel enjuta y ajada
y lenta pero segura me va envolviendo
en una espiral de óxido y decrepitud
que sólo presiente asfixia y muerte...
***
Son tus lágrimas acidulces que me van quemando,
son tus manos espinas que se incrustan en mi piel.
Son tus malditos desprecios ebrios de rencor los
Son tus malditos desprecios ebrios de rencor los
que laceran mi alma hasta la médula de mis huesos,
paradigma en la creencia y el anhelo de un amor
que desde luego no tenía ni el olor a eso, solo fue
tu ego...
***
Ayer cuando te vi llorando en un rincón
de tu habitación supe que tu alma en su
inquieta presencia me quería decir algo...
¿alguna secreta inquietud de tu elemental
alquimia? se sentía la turbación del dolor
como signo ineludible de aquel quebranto
manifestado en sentimientos de adolescente
contenidos en ese absurdo tránsito hacia
el insondable silencio de la esquizofrenia...
y no supe comprender ¡qué me querías decir!
***
Ella, es la bella luz de luna
yo, la simple luz de una vela.
Ella, es el mismo mar Caribe
yo, una simple barcarola.
Ella, es un águila que vuela adormecida
yo, un simple desvalido pequeño gorrión.
Ella, es una temible tormenta tropical
yo, un simple aguacero de la sabana.
Ella, es la hermosa primavera en un abril
yo, un camino gris del otoño sin regreso.
Ella, es el inmenso bosque que se pierde en la bruma
yo, un simple abedul que se pierde en ese bosque.
Ella, es el grandioso libro de oro del amor
yo, una simple poesía que se esfuma en sus páginas.
¡Yo te amo y sé que tú no...!
***
Fue dolorosa la intrusión impetuosa
de tus ojos, manos y labios a mi cuerpo
desvalido de energía para luchar...
Fue una algarraba de sufrimientos
sin raciocinio desparramados por ahí
sabiendo que la criatura humana siempre
busca esperanzas en lo que no es posible...
¡Nunca dudes... yo te amé!
***
Un abrazo de plenilunio...
Hortensio.