Como todos los Plácidos domingos de este Blog, el turno es para un mini relato en prosa y alguno que otro apotegma:
1°- ¿Quieres ser valiente? pues primero debes conocer el miedo.
2°.- El final siempre sorprende aunque esté escrito desde el principio...
3°.- No te rindas solo destraba el tiempo y recoge los escombros, eso es la vida.
4°.- ¿Cómo pasar al siguiente capítulo si te quedas ahí leyendo el mismo una y otra vez?
5°.- Si pierdes el interés de mirar hacia atrás, puedes tener la certeza de que estás en el camino correcto.
Al llegar la tarde...
Prolifera el musgo y el liquen que se adhieren a los mausoleos, sombras sin destino por doquier se alargan al llegar la tarde, es una emoción ahogada cada vez que llego a tu tumba, ¿será que un brote psicótico se apodera de mí cada que pienso en tu cuerpo dormido allí para toda una eternidad? Me estoy volviendo loco, todo sol se vuelve negro y el vacío tropieza con el viento cuando trato de pensar, sin pensar en ese momento que una muy lejana melodía marca el ritmo de mi corazón atormentado y cuando acerco mi mano a la lápida de la tumba y leo tu nombre, escucho una voz inaudible al tacto que me dice que no hay nada más allá de éste instante... más allá del tiempo todo cae en una especie de éter frío... nada, solo el negro vacío.