Farwel, deja como constancia y desde la fecha de ésta entrada un grave presentimiento que está mordiendo sus entrañas y es la presencia de algunos síntomas marcados y puntuales de esa terrible enfermedad conocida como el Alzheimer. En éste Plácido domingo un pensamiento en su conocida prosa que llamó simplemente... Alzheimer:
Alzheimer.
Toda mi vida que se la comerá el silencio, la dedicaré a mi alma en pena que empieza a migrar hacia esas fementidas sombras que da el Alzheimer; pero pelearé y llenaré de colores los pequeños espacios que aún nos quedan sin el fantasma del olvido cruel y con mis besos y caricias romper al golpe de los latidos de nuestro corazón, el hierático hielo que en arcadas infames nos está separando...
Dolor acongojante que impide tu regreso en un triste final, y en mi angustia , todos los días de mis miserables días sin tí, preparo el terreno movedizo para que no pase nada nuevo, nada bueno nada malo, y todo siga igual para que no te des cuenta e incansablemente guardar en mi lúcida memoria tu imagen venerada y tu historia amada, mientras en nuestras vidas minuto a minuto se van desnudando y perdiendo las horas que segundo a segundo indefectiblemente me va anunciando que te estoy perdiendo.
Y en esa agónica y eterna verdad tu mirada ausente se hace presente; doloroso vacío que en la noche oscura evocará tu nombre amado y maldigo mil veces esa infame lejanía impuesta en un delirio inacabado y atroz, pero estaré a tu lado hasta el final a tu lado porque se que al momento del abandono, la muerte te abrazará... no temas que aquí estoy, ¡hasta mañana amor mio!
Un abrazo de angustia.
Hortensio.