Hoy movido por el recuerdo histórico de un brutal 'guerrero' de nuestra gesta emancipadora, al que llamaron el 'vengador de la patria' y que ejecutó (asesinó) a cientos de españoles, pues nunca tomo prisioneros, un cura español al que fusiló por realista, al ver sus actos sanguinarios le recordó una sentencia bíblica: "A quien hierro mata a hierro muere" a lo que el general de división, Hermógenes de la Maza y Loboguerrero, mas conocido como Hermógenes Maza, le contestó antes de dar la orden de ¡fuego!... ya lo veremos; murió en Monpox ciudad de sus afectos de una severa cirrosis hepática debido a su desaforada dipsomanía, trasladado al hospital, se cuenta que llamó a una monja a la que le dijo algo al oído, volteó su cara contra la pared y murió tranquilamente. Cuando sus compañeros de armas se enteraron de su deseso buscaron a la monja y le preguntaron: ¿Cuales fueron sus últimas palabras? a lo que ella les contestó encendida de pena: "¡ahí les dejo su mundo de mierda!"... y murió.
Después de ésta introducción un poco escatológica y asesorado por el 'Buscabiografías' recordaremos algunas de 'las últimas palabras' de algunos personajes históricos como una curiosidad que bien vale la pena recordar; comencemos con las de Nerón, en el proceso de su suicidio antes de que se le escapara la vida dijo: ¡Que artista muere conmigo!
Del Padre de la Patria, Simón Bolívar, 'El Libertador' después de decir su última arenga testamentaria en la que termina con: "Mis últimos votos son por la felicidad de la Patria... si mi muerte contribuye a que cesen los partidos y se consolide la unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro" algunos días después y ya en transe final se comparo así con... : "Los tres mayores necios que ha habido jamás son Cristo, el Quijote y yo". El 17 de diciembre de 1.830 antes de expirar se le oyó decir: "He arado en el mar".
El famoso autor de la 'Comedia humana' un escritor genial y conpulsivo, Honorato (Honoré) de Balzac, después de una gran fiebre que lo llevó a la tumba, dijo: "Ocho horas con fiebre, ¡me habría dado tiempo a escribir un libro!"
El gran escritor ruso, Antón Chéjov, irrumpió su coma, trató de incorporarse y levantando su mano derecha exclamó: ¡Champán...! y el autor de 'La Madre' y el inmenso escritor soviético Máximo Gorki, antes de morir dijo con cara de angustiado "... Habrá guerras... Hay que prepararse".
Y Lewis Carroll, el autor de 'Alicia en el país de las Maravillas' muriendo en su casa, enfadado con la enfermera que trataba de acomodarlo le dijo: "Quíteme ésta almohada. Ya no la necesito". Por otro lado el filósofo, matemático y linguista austriaco, nacionalizado ingles, Ludwing Wittgestein, autor del 'Tractatus', antes de morir se le oyó decir: "Dígales que mi vida ha sido maravillosa", murió en Cambridge, el 29 de abril de 1.951.
La reina Isabel I de Inglaterra, a las dos de la mañanael 24 de marzo de 1.603 tomando la mano de su ministro: "Todas mis posesiones por un momento de tiempo". En el reinado de Enrique VIII cuando mandando a ejecutar por decapitamiento a su reina Ana Bolena, madre de la anterior, ésta le dijo a su verdugo: "No le dará ningún trabajo: tengo el cuello muy fino". Y muchos años después su coterraneo el primer ministro y gran heroe de la segunda guerra mundial Winston Churchill, en ese enero de 1.965 a quien se le atribuyeron varias últimas palabras la más probable fue: "¡Todo es tan aburrido!
El inmortal Lord Byron: "Ahora yo me iré a dormir. Buenas noches. Y Federico Chopin: "Ahora, estoy en la fuente de la felicidad". Y la inolvidable bailarina Ana Pavlova: ¡Que esté preparado mi traje de cisne!.
En su lecho de muerte, el escritor chileno Jose Donoso, al parecer no dijo nada. Solo pidió que le leyeran el poema "Altazor" de su compatriota Vicente Huidobro, en ese lapso de la lectura murió; el poeta referido a su vez saliendo brevemente de la inconsciencia de su agonía le confeso a sus familiares:"Tengo miedo". Luego se incorporó y le dijo a su amiga Henriette: ¡Cara de poto!
Humphrey Bogart, el estupendo actor estadounidense de 'Casa Blanca' y conocido por las insuperables cantidades de alcohol que consumió durante toda su vida, comentó en sus últimos momentos, con un gran humor, estas palabras: "Nunca debí cambiarme del wisky a los martinis". Y su colega del cine Bela Lugosi, exclamó: "Yo soy el conde Drácula, el rey de los vampiros, soy inmortal".
Utilizando como tinta su propia sangre, el poeta ruso Sergueí Alexándrovich Yesenin, transliterado en occidente como Serguei Esenin, compuso su última poesía a los 30 años, que fueron sus últimas palabras: "Adios amigo, sin gestos, sin palabras./ Que no haya dolor ni tristeza en tu frente./ En esta vida, morir no es nada nuevo,/ pero vivir, por supuesto, es menos nuevo aún." Luego se colgó de unas cañerías de agua que había en su pieza en un hotel de San Petesburgo.
A las 5:07 horas del 29 de agosto de 1.947 después de haber sido corneado por toro de Miura 'Islero', en Linares, Manuel Rodrigez 'Manolete', pronuncia sus 'últimas palabras' ante el médico Giménez Guinea: "Qué disgusto le voy a dar a mi madre"... "Don Luis, que no veo, no veo nada".
Don Ramón María del Valle-Inclán, poco antes de morir dijo: "España no está aquí, está en América, en Méjico está la esencia más pura de España". James Joyce, el famoso autor de 'Ulises' de 1922 y de Fannegans Wake, su última novela de 1.939, lleva al personaje a soñar en un lenguaje que combina el ingles con palabras procedentes de varios idiomas. Joyce muere a raiz de una ulcera duodenal perforada a las 2:15 de la madrugada del 13 de enero de 1.941. Preocupado por su última novela en donde la crítica la calificó de 'incomprensible', poco antes de morir y en medio de las transfusiones de sangre, preguntó: "¿En serio nadie la entendió...?
Frank Kafka: le dio sus últimas palabras a su médico de cabecera ésta frase kafkiana: "Máteme, sino usted es un asesino" y expiró. El autor de las 'Penas del joven Werter' sensurada porque justifica el suicidio y del poema dramático 'Fausto', el gran Goethe, dijo segundo antes de expirar en Weimar: "¡Luz más luz!".
Por ahora éstas pocas 'Ultimas palabras'... les prometo que voy a hurgar algunas otras biografías para seguir con este bonito y necrófilo asunto.
Un abrazo rompehuesos.
Hortensio.
En su lecho de muerte, el escritor chileno Jose Donoso, al parecer no dijo nada. Solo pidió que le leyeran el poema "Altazor" de su compatriota Vicente Huidobro, en ese lapso de la lectura murió; el poeta referido a su vez saliendo brevemente de la inconsciencia de su agonía le confeso a sus familiares:"Tengo miedo". Luego se incorporó y le dijo a su amiga Henriette: ¡Cara de poto!
Humphrey Bogart, el estupendo actor estadounidense de 'Casa Blanca' y conocido por las insuperables cantidades de alcohol que consumió durante toda su vida, comentó en sus últimos momentos, con un gran humor, estas palabras: "Nunca debí cambiarme del wisky a los martinis". Y su colega del cine Bela Lugosi, exclamó: "Yo soy el conde Drácula, el rey de los vampiros, soy inmortal".
Utilizando como tinta su propia sangre, el poeta ruso Sergueí Alexándrovich Yesenin, transliterado en occidente como Serguei Esenin, compuso su última poesía a los 30 años, que fueron sus últimas palabras: "Adios amigo, sin gestos, sin palabras./ Que no haya dolor ni tristeza en tu frente./ En esta vida, morir no es nada nuevo,/ pero vivir, por supuesto, es menos nuevo aún." Luego se colgó de unas cañerías de agua que había en su pieza en un hotel de San Petesburgo.
A las 5:07 horas del 29 de agosto de 1.947 después de haber sido corneado por toro de Miura 'Islero', en Linares, Manuel Rodrigez 'Manolete', pronuncia sus 'últimas palabras' ante el médico Giménez Guinea: "Qué disgusto le voy a dar a mi madre"... "Don Luis, que no veo, no veo nada".
Don Ramón María del Valle-Inclán, poco antes de morir dijo: "España no está aquí, está en América, en Méjico está la esencia más pura de España". James Joyce, el famoso autor de 'Ulises' de 1922 y de Fannegans Wake, su última novela de 1.939, lleva al personaje a soñar en un lenguaje que combina el ingles con palabras procedentes de varios idiomas. Joyce muere a raiz de una ulcera duodenal perforada a las 2:15 de la madrugada del 13 de enero de 1.941. Preocupado por su última novela en donde la crítica la calificó de 'incomprensible', poco antes de morir y en medio de las transfusiones de sangre, preguntó: "¿En serio nadie la entendió...?
Frank Kafka: le dio sus últimas palabras a su médico de cabecera ésta frase kafkiana: "Máteme, sino usted es un asesino" y expiró. El autor de las 'Penas del joven Werter' sensurada porque justifica el suicidio y del poema dramático 'Fausto', el gran Goethe, dijo segundo antes de expirar en Weimar: "¡Luz más luz!".
Por ahora éstas pocas 'Ultimas palabras'... les prometo que voy a hurgar algunas otras biografías para seguir con este bonito y necrófilo asunto.
Un abrazo rompehuesos.
Hortensio.