domingo, 10 de julio de 2016

El verdugo y su vìctima.


Mientras no hayas conocido el infierno...
el paraíso no será suficientemente bueno para ti.

Proverbio kurdo.


Cuando todo va hacia ese agujero negro de la 'sinsalida'...
llegó el momento de sacar a pasear al Olvido.

La polémica la desató un candidato a ser Fiscal General de la Nación: "Hay que despenalizar la conducta de la violencia intrafamiliar" y volver a las conciliaciones, fue el argumento central, puesto en la práctica después de una denuncia por lo general se rompe el núcleo familiar y la relación queda muy deteriorada... ¡Claro! desde el primer episodio de violencia, ya está quebrantada la relación. ¿Se imaginan donde quedan las reivindicaciones de las mujeres? Un ejemplo...

A mi mente llegó el caso de una amiga, ella de lo que generalmente se llama "alta sociedad" que vivió un terrible drama, sencillamente porque no quiso ¡denunciar! se había casado con un importante, reconocido y prestante abogado de la capital (de cuyo nombre no quiero acordarme) y que llamaré su Verdugo... todo un "príncipe" ante la sociedad y un verdadero pión, guache y miserable, en lo que debería ser la paz de su hogar.

Ella, una verdadera dama y compañera sumisa e inmersa en una relación enfermiza de dependencia y madre de dos niños, entró a formar parte del cuadro patológico que enmarca esos 'códigos del terrible juego' del circulo vicioso de la Violencia Intrafamiliar: desprecio, humillaciones, gritos, golpes y malos tratos en general que degenera en una relación tóxica, en donde la caricia se convierte en bofetada, el beso en puñetazo, la risa en mueca amarga, amenazas con armas, es decir... sacando todo lo màs irracional que pueda tener un ser humano, el Verdugo es peor que una bestia.
No sufra más ¡denuncie!

Y, bienvenidos al "Infierno" en donde todo se convierte en un degradante juego de maltrato fìsico y psicológico o ambos en la mayorìa de los casos hasta llegar a un fatal desenlace. El verdugo amenazaba: "Si me denuncia, acaba con mi prestigio profesional y mi carrera se termina y yo la mato... y piense, donde quedarán sus pequeños lujos, su exclusiva zona de confort, la educaciòn de los niños, todo se acaba. ¿Que hago, Fernando? estoy destrozada psicológicamente y no encuentro una salida a esta tragedia que estoy viviendo, hasta he pensado en el suicidio y el canalla me tiene contra la pared, me siento atrapada y ya son ocho años de sufrimientos y los niños ya se estàn dando cuenta de la realidad.

"Usted, mi querida amiga, se ha hecho la de oídos sordos a todo consejo... hace un año le dije bruscamente -para que reaccionara- :lárguese de ahí con sus dos muchachitos, esa relacion va a terminar en una tragedia y no se siga degradando más, Usted es una profesional, bien preparada, hermosa e inteligente, ¿que espera? Los psicólogos han acuñado una palabra para esas malsanas relaciones : Codependencia y es el momento de poner límites, es su vida y no hay repuestos para ella, o es Usted o es su verdugo, ambos no pueden respirar el mismo aire. Tome sus precauciones, vaya a Medicina Legal y busque una incapacidad a esas lesiones y ¡Denuncielo! es una rata que no merece más contemplaciones".      

Supe que siguió mis consejos pero sobre todo, con el apoyo de su familia y de las autoridades, lo Denunció y salió del país con sus pequeños hijos. El verdugo... sigue libre y al acecho.



Un abrazo de denuncia.

Hortensio.