domingo, 6 de agosto de 2017

Y se propuso morir.

En éste Plácido domingo... más prosa caduca y alienante con olor a Thanatos, ese genio alado de la mitología griega dios de la muerte no violenta, acudía a buscar los cuerpos de los que habían fallecido, les cortaba un mechón de sus cabellos para ofrecerlos como tributo a Hades, y se llevaba sus cuerpos al mundo de los muertos:

Thanatos, no fue un dios muy importante pues siempre
estuvo a la sombra de Hades, dios del inframundo.

Y se propuso morir.


Al cabo de un tiempo que perdió memoria, su vida despierta de un letargo inútil y en silencio se pone a rumiar su pasado ese que ya no se cuenta por años sino por quietudes; en verdad se rumiaba a sí mismo tratando de encerrarse en ese pretérito absurdo e irreal compuesto de sueños frustrados y quimeras idas... trató de incorporarse pero ese 'cansancio de siglos' se lo impidió.

Pensó por un instante en qué podía ser su fatuo futuro si así se pudiera llamar, pero no le importó pues no le encontró ningún sentido práctico y lo olvidó; en cambio su ineludible presente le atormentaba en un permanente deseo de vivirlo, nada más... vivirlo. Pero de tanto desearlo se empezó a olvidar, ¿para qué tanto si no podía disfrutarlo? entonces todo a su alrededor empezó a marchitarse y volverse un hastío permanente lleno de un pegajoso frío nauseabundo.

Era un hombre contenido y lleno de resentimientos e impotente de lanzar un ataque a sus odiados "enemigos" esos 'molinos de viento' que en su delirio ya empezaban a verlo con total indiferencia de solo mirarlo acabado y delirante de fiebre húmeda en esa agonía que presentía la presencia de Thanatos  hundido en esa furiosa e impotente soledad. Con una resignación desesperante ya perdida toda esperanza de vivir, pensó con dificultad: ¿Cómo matar una ilusión que ya estaba muerta...?

Y se propuso morir...
Acezante se tendió en su camastro y escuchando su propio silencio... se propuso morir.

Un abrazo de ilusión frustrada.

Hortensio.