domingo, 21 de febrero de 2016

A Julio Cesar Cantor Donato.

"Aquel que tu lloras por muerto,
no ha hacho màs que precederte"

Sèneca, año 2 a.C.
                                                                                                                                     
                                                             
                                              "Juco"
Y éste Plácido domingo se convirtió en nostalgia por la muerte de un ser querido que se nos marchó de la vida en edad que apenas comenzaba a darle forma a sus realidades... pero injustamente un cáncer asesino nos lo quitó cruelmente ante la mirada impotente y desconcertada de los que lo queríamos; bueno ¡asì es la vida! Con estos hechos sellamos y aceptamos ese acontecimiento ineluctable.

Por eso les digo a los que quedamos en éste 'lugar común' que recordarlo es un deber de amor y es vivirlo ya que recordar es volver y volver es resucitar; por eso los santos cuando querían que se operase un milagro de resurrección le decían al muerto: "¡Vuelve!" y aunque utópico ese pensamiento, es bello pensarlo con saudade y fruición.

Saberlo, que soportó  las tempestades y las fricciones de su existencia y sufrió sin queja el infortunio del dolor en su enfermedad, es creer con sinceridad, que aceptó lo ineludible con la resignación de lo que no se puede cambiar aunque la esperanza se niegue a creerlo y eso es ser valiente, cuando rindió la jornada de su vida, ahora es dable dar 'paz a su tumba', mientras nuestras vidas seguirán pasando monótonas, alegres e indiferentes. Algún poeta decía con mucha propiedad a la partida de 'un ser querido': "Su muerte nos deja mensajes inesperados que sacuden y nos cambian por completo la visión.... de su drama y de su ausencia".

¡Gracias 'Juco'...! por recordarnos y mostrarnos el camino que todos tenemos que recorrer, en busca siempre terca de lo inevitable... nos veremos luego.




Con un abrazo de cariño a la Familia.

Hortensio.