Un muy Plácido domingo... El problema del mal planteado por el gran filosofo de Samos, Epicuro (341 a,C, Samos- 270 a,C. Atenas) es de una sencillez tan lógica que supera los más intrincados estudios ontológicos sobre 'la moral y la ética de la maldad'.
Pero... ¿Qué es una paradoja? hay muchas definiciones, una de ellas nos dice que una paradoja es una idea o hecho que, en un primer análisis, parece una idea contraria a la lógica. A priori, ésta parece errónea, ya que a primera vista contradice el postulado que defiende, pero en un segundo análisis sí que encontramos su validez. Vista esta definición pasemos a la paradoja de Epicuro, tal como se plantea genéricamente hoy en día:
Entonces no solo se analizan los problemas éticos y morales, los teológicos o metafásicos y hasta espirituales sobre la existencia de Dios que es omnipotente, omnisciente y 'Omnibondadoso' y desde luego omnibenevolente, de alguna manera el antiguo filosofo pretendió demostrar la no-existencia de Dios, pues si se dice que es todo eso, cómo es que tolera el mal. ¿Acaso Dios no es capaz de resolver o prevenir el problema del mal? por lo tanto ni es omnipotente, ni es omnisciente y menos Omnibondadoso, sencillamente porque no lo evita. ¿Es capaz, lo conoce, lo prevé, pero no desea-quiere hacerlo? entonces no es omnipotente.
Para resumir y aclarar.... esto fue su paradoja en solo preguntarse:
¿Es que Dios quiere prevenir el mal, pero no es capaz?
Entonces no es omnipotente.
¿Es capaz, pero no desea hacerlo?
Entonces es malévolo.
¿Es capaz y desea hacerlo?
¿De dónde surge entonces el mal? ¿Es que no es capaz ni desea hacerlo?
¿Entonces por qué llamarlo Dios?
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Un epicúreo abrazo.
Hortensio.