domingo, 7 de junio de 2020

Nevado, el perro de Bolívar.

Los perros son buenos amigos, no
hacen preguntan y tampoco critican.
George Elliot.

Respeta el perro tu silencio
y ladra con tu alegría...
Hortensio Farwel.
Los perros siempre, desde la prehistoria, han estado presente en la vida de los humanos como amigos y compañeros con la hermosa cualidad de la fidelidad y el amor por quien tiene la virtud de tener uno a su lado y a lo largo de la existencia de la vida de ambos sobre La Tierra, son muchos de ellos quienes han pasado a la historia en compañía de sus amos, por sus acciones, más de las veces valientes, desconcertantes y heroicas, cuando los perdemos, perdemos con dolor a un verdadero amigo...




En éste Plácido domingo de cuarentena, después de repetirme varias veces esa escena de la película 'El Gladiador', de la batalla en los bosques de Germanía, en donde podemos ver a este maravilloso y aterrador perro pastor-lobo salir de las llamas, en plena batalla junto a su amo el general Máximus, fue que me acordé del perro de Bolívar... debió ser así, algo parecido.

Una curiosa anécdota histórica que casi nadie conoce, por lo menos en Latino América y tal vez sólo en Venezuela, fue la existencia en la vida del Libertador Simón Bolívar, de un hermoso, fiel y extraordinario perro que compartió muchas aventuras con su amo. Esta es la historia de 'Nevado, el perro de Bolívar' y su cuidador el indio Tinjacá. Todo comenzó en la que se llamo la 'campaña admirable' de 1.813

El monumento a Nevado...

En ese año después de la batalla de Niquitao, el Libertador emprendió el paso por el páramo de Mucuchíes en Moconoque, una avanzada del Estado mayor de Bolívar llega a la hacienda del acaudalado patriota, don Vicente del Pino en busca de pertrechos... pero fueron recibidos por un inmenso perro que mostraba sus colmillos al comandante que desenvaino su espada temiendo lo peor; cómo  nadie salia de la casona y el perro estaba más agresivo... el oficial dio la orden de disparar al animal, cuando iban a ejecutar la orden, la fuerte voz de Bolívar la atajó.

En esos momentos salió el dueño de la casa y calmó al enorme perro. Reconoció al general y le dio la bienvenida, ya atardecía cuando la oficialidad entró en la estancia y fueron agasajados... en medio de la comida Bolívar indagó sobre el perro y don Vicente le contó de la raza mucuchies y que el animal era aún un cachorro, sin vacilar se lo regaló. 

Bolívar agradecido no podía rechazar el regalo que complementó con la presencia de la persona que lo estaba criando, un indio que habían reclutado, su nombre Tinjaca. El futuro Libertador lo llamo Nevado, pues era negro pero su lomo y sus orejas brillaban como las cimas en los nevados de los Andes...

Durante ocho años fue su fiel compañero, en una ocasión le salvó la vida advirtiendo una emboscada, capturado por Boves el sanguinario general realista, que lo quería utilizar para llegar a Bolívar, en descuido de la guardia se les voló y así muchas anécdotas... en la batalla de Carabobo, en plena lucha, derribó un jinete con todo y montura que lo había herido quedando de bajo del caballo, cuando Tinjacá logro sacarlo se dio cuenta de que había sido  atravesado por una lanza, casi al instante su gran amigo el indio Tinjaca fue herido por la metralla... enterado Bolívar de la situación fue conducido al sitio en donde se hallaban sus compañeros de lucha, al llegar el indio le dijo: "Mi general nos mataron al animal" y expiró.

La envergadura de un mucuchui...

Bolívar sin disimular las lágrimas que asomaban a sus ojos, se cubrió y torció las riendas de su caballo -Muchacho- y regresó al puesto de mando. Esta fue la sucinta historia de Nevado el famoso perro de Bolívar.

Un abrazo canino.

Hortensio.




Post escriptum:
Lord Byron, el sutil y afamado poeta inglés, al morir su amigo y fiel perro Boatswain, le dedicó lleno de tristeza y amor, uno de los epitafios más bellos que he leído: "Aquí reposan/ los restos de una criatura/ que fue bella sin vanidad,/ fuerte sin indolencia,/ valiente sin ferocidad,/ y tuvo todas las virtudes del hombre/ y ninguno de sus defectos".