La vida, la muerte, el tiempo. |
En medio de la tristeza del misántropo que habito, mi existencia se ha venido apagando y perdiendo en las tinieblas de un caos que me engulle a cada paso, sin poder liberarme de ellas en una intensión irrealizada. Y pregunto: ¿de qué sirve extrañar lo que se ha ido, si no se aprovechó cuando se tuvo? Así fui tejiendo los hilos de mi destino roto por el tiempo del no retorno en una porfía que resultó inútil al final de éstos, mis últimos días... ¿para qué? El abismo se abre ante mis ojos, sí, el abismo del 'nunca más', terror prístino de esa angustia por dejar de pensar, pero nada que hacer ante la inmaculada imagen de "La Gran Resignación".
Boté mi vida a un pozo profundo y ciego... fatigada la razón ¿qué me queda? hablar con la luna, insomnio retorcido y salvaje, mientras el mundo duerme la vigilia me atormenta, no hay verdad ni mañana solo infortunio y adversidad en donde la corriente imparable del tiempo se lo lleva todo y todo estará perdido...
Un abrazo vital.
Hortensio.