domingo, 5 de marzo de 2017

Dos mujeres del Renacimiento.


"Nosotras no estamos nunca bien sino solas
y beata verdaderamente aquella mujer que
puede vivir sin la compañía de un hombre".

Moderata Fonte
(pseudónimo de Modesta Pozzo)
En éste Plácido domingo dos escritoras (poetisas) como muchas injustamente olvidadas, y hoy quiero rendir justicia a dos de Ellas que vivieron en el siglo XVI que es el siglo del Renacimiento... Bárbara Torelli Strozzi (1475-1533) de Parma y quien fuera amiga de Lucrecia Borgia e Isabella d'Este. A la muerte de su segundo esposo vilmente asesinado de 22 puñaladas, la desconsolada poetisa produjo su inmortal soneto, que aquí lo pongo en dos versiones de la traducción de ese italiano renacentista... y Tullia d'Aragona (1508-1556) filósofa y poeta de Roma, quien escribió rimas de amor  al estilo de Petrarca y murió en el olvido más cruel...

BarbaraTorelli Strozzi.

Soneto al marido asesinado

¿Por qué no he podido irme yo a la tumba contigo?
¿Calentaría mi fuego éste gélido hielo
y transformaría con lágrimas su ser en carne viva
y de nuevo darte la alegría de la vida
y luego podría audazmente, fervientemente,
hacer frente al hombre que rompió nuestra unión y llorar:
'Monstruo cruel, mira lo que puede hacer el amor'?


Otra versión otra traducción.
Quisiera con mi fuego entibiar su fosa helada,
volver amasar el polvo con el llanto,
y así llevarlo a nueva vida, altiva y atrevida
mostrarlo a él que quebró nuestro nudo de amor,
diciéndole que el amor, cruel monstruo
puede hacer tanto.




Tullia d'Aragona

Siento que su rayo divino
cuanto más lejos él vaya,
más arde en fuego: no me
alivia acercarme a las fuentes
o entrar en los bosques: las olas,
la frescura y la sombra no pueden
nada contra mi mal.


                                                                              ***

 Y ésta otra dedicado a su amigo Pietro Bembo.

Bembo, yo que hasta aquí por grave sueño
viví oprimida, es más, dormí la vida,
ahora por la luz de vuestra alma inmensa,
¡Oh sol! de todo saber dueño y maestro,
abro los ojos, ya que abiertos pueden
seguir la ruta de la virtud perdida;
donde la dejara el pensar me invita
a recibir de vos la mejor parte:
y todo cuanto puedo yo me esfuerzo,
por dejar de mi nombre eterna huella.
Y no por vos sea desdeñado, loco
el empeño, que si el saber es poco
no es escaso, Señor, el alto deseo.

Murio de 42 años en la más absoluta miseria y olvidada por sus "amigos" la gran filósofa romana y la poeta más reconocida de su tiempo por sus bellas y sensibles rimas... Vale la pena recabar sobre sus vidas y las circunstancias en que pasaron por su tiempo medieval del Renacimiento.

Un abrazo de renacimiento...

Hortensio.