domingo, 13 de agosto de 2023

El anillo de Giges.

El amor es invisible entra y sale por donde quiere,
 sin que nadie le pida cuentas de sus hechos.

El Quijote de la Mancha

Fue Platón quien en su libro II de 'La República' habló sobre 'el mito de Giges' de quién había hablado anteriormente el historiador griego Heródoto; bueno iniciemos contando la historia de éste pastor súbdito del déspota rey de Lidia: se cuenta que después de una tormenta y un terremoto que abrió enorme grieta en la tierra en donde apacentaba su rebaño, una vez que todo volvió a la calma, curioso se asomó a la hendidura, un destello en el fondo lo empujó a bajar por ella, al llegar al fondo se encontró con un espectáculo de un gran tesoro en cuyo centro se encontraba un caballo de bronce con una puerta lateral y curioso al abrirla encontró en su interior un cadáver que llevaba en uno de sus dedos un bello anillo de oro que sin dudarlo se lo quitó y salió a la superficie de ese hueco con el anillo puesto sin imaginar que era mágico...

El anillo de Giges.

Era la época en que todos los pastores del reino se reunían ante el rey para darle cuenta sobre sus ganados y allí se encontraba Giges, sentado entre sus colegas pastores con la bella sortija tratando de esconderla de ellos, por lo que le dio vuelta a la sortija dejando el engaste (donde está la joya) hacia la palma de la mano, cuando había hecho eso de inmediato desapareció con gran sorpresa de los demás que empezaron a murmurar con estupefacción sobre ese hecho. Gigas que los oía, le dio vuelta a la sortija dejando de nuevo le engaste hacia fuera y volvió a hacerse visible. Repitió el acto para estar seguro de que el anillo tenía esa magia y poder... de nuevo sucedió que desaparecía cuando daba vuelta a la joya hacia la palma de la mano y viceversa, para hacerse visible. Cuenta Platón que una vez llegó Giges al palacio, sedujo a la reina y con su ayuda mató al soberano para apoderarse del reino. Hasta aquí el mito. 

Aquí aparece el hermano de Platón, el también filosofo Glaucón de Atenas, quien le sirve a su hermano como interlocutor para desarrollar un significativo diálogo que pasó a la historia de la filosofía y dentro de 'La Republica'. ¡¿Qué harías su tuviese el anillo de Giges?! fue la pregunta controversial cuando Glaucón, concluye que... "nadie es justo de grado, sino por fuerza y hallándose persuadido de que la justicia no es buena para él personalmente; puesto que, cuando uno cree que va a poder cometer una injusticia, la comete. Y esto porque todo hombre cree que resulta más ventajosa personalmente la injusticia que la justicia". Platón le contraargumenta a su hermano con una tesis de razonamiento moral: donde "es peor cometer una injusticia que padecerla". "La práctica de la justicia es en si misma lo mejor para el alma considerada en su esencia, y que ésta ha de obrar justamente tenga o no el anillo de Giges, y aunque a este anillo se agregue el casco de Hades". (La república, II,612b.)

Entonces reflexionemos: 

Con los últimos acontecimientos de corrupción en nuestro país (en todos parece que es igual) pareciera que todos sin excepción válida, pues somos corruptos; expliquemos: algún filosofo decía que 'el hombre nace bueno y la sociedad lo corrompe' tiene cierto viso de verdad; pero el tema del Anillo de Giges,  y los planteamientos de Glucón a su hermano, lo hace a uno pensar que basta que a uno nadie lo observe, en nuestro caso que seamos "invisibles" para supuestamente corromperse y esto en virtud de que no lo hace si se encuentra bajo la mirada expectante de la sociedad, por miedo al reproche y las consecuencias de la justicia.

El hombre invisible.

Hasta aquí una válida especulación; pero volvamos a la pregunta del Millón: ¿Qué pasaría Usted si tuviera el anillo de Giges? y ser invisibles en la coyuntura de poder hacer el mal como también el bien. La generalidad se volvería loca, metafóricamente, y allá cada quien en el interior de sus deseos y pensamientos, pero ante esa idea seriamos corruptos en el entendido de hacer cosas casi que imposibles al no ser observados ni por los  hombres ni la justicia... robaría, vería a la gente en su intimidad para después chantajearla o seducirla y no me imagino cuantas miles de cosas más, nos infiltraríamos en las decisiones de los gobiernos para actuar anticipadamente o hacer lo mismo con los grupos criminales par descubrir sus crímenes y mil cosas sin limites de acción. ¡qué difícil! pero qué apasionante utopía...

¿Qué tan sincera serían las respuestas de la 'gente de bien' y cuales las de las gentes del común? al saber que no puede ser alcanzados por la justicia, ¿serías injusto al saberse impune? Todo es un interrogante de dimensiones absurdas y demenciales, qué fantástica sería una realidad de absurdo poder. Pero eso se lo dejamos a la ficción de la genial literatura del realismo mágico, en donde ha sido fértil en historias deseos frustrados de la aventura de ser 'invisibles'. Yo se que haría pero no lo puedo decir por respeto a mis "principios" y a mis familiares y amigos... ¿bien o mal? Piénsalo tu y no te rías pues eso te delataría.

Un muy fuerte abrazo y si pasas por aquí que sea con plena visibilidad...

Hortensio.

Por añadidura: Es lamentable la total ignorancia que sobre el tema tenían amigos y colegas abogados, jueces, políticos e "intelectuales" que al preguntarles por el 'anillo de Giges' no tenían la más mínima idea de qué se trataba; ahora los remito a este Blog y no tuvieron más que reconocer ésta falta información y disculparse, al leerlo me manifestaron sus conclusiones que fueron de lo más variopintas y reflexivas.