domingo, 2 de julio de 2017

La escatología



Buenas, en éste Plácido domingo: "La Escatología" una especial y ambigua palabra que toma una dimensión diferente según se trate del tema; en su definición y de la mano del "picaflor"  Bada, nos remite a dar cuenta de que en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, ésta palabrita tiene dos clases de definiciones... por un lado, una sería el conjunto de creencias y doctrinas referentes a la vida de ultratumba según la teología de la iglesia católica, es decir "el destino final del alma" la palabra etimológicamente viene del griego "eschatos" (último, final, postrero) y "logos" (tratado). Por otro lado, y de manera más sencilla tiene una acepción etimológica que viene también del griego  también, skor, skatos que significa excrementos, entonces sería el tratado de las cosas excrementicias; los fisiólogos estudian los deshechos corporales (materia fecal, orina, la menstruación y el vómito entre otros) como ciencia auxiliar de la medicina en su diagnosis.

Después de ésta interesante y necesaria explicación, en la entrada de hoy... lo escatológico y desde luego el tema en la literatura universal en lo que llamaba Bajtin el "realismo grotesco", son actos biológicos de necesidad básica de los animales y de la criatura humana, bueno es narrar el episodio del Quijote, en el que Cervantes (I,20, 181) pone al aterrado Sancho en situación escatológica: "o que Sancho hubiese cenado cosas lenitivas, o que fuese cosa natural [...] le vino en voluntad y deseo de hacer lo que otro no pudiera hacer por él"; "más era tanto el miedo que había entrado en su corazón que no osaba apartarse ni un negro de uña de su amo" Sancho sin valor para alejarse decide defecar ahí mismo, a los pies de don Quijote. Sólo que esto tiene sus dificultades, pero Sancho se las arregla: Y así lo hizo, por bien de paz, fue soltar la mano derecha, que tenía asida al arzón trasero, con la cual bonitamente y sin rigor alguno soltó la lazada corrediza con que los calzones se sostenían sin ayuda de otra alguna, y, en quitándosela, dieron luego abajo y se le quedaron como grillos; tras esto, alzó la camisa lo mejor que pudo y echó al aire entrambas posaderas, que no eran muy pequeñas.[...] "Hecho ésto que él pensó que era lo más que tenía que hacer para salir de aquel terrible aprieto y angustia, le sobrevino otra mayor, que fue que le pareció que no podía mudarse sin hacer estrépito y ruido" (I,20, 181) Ese es parte del elemento escatológico de Cervantes...

Ahora, un cuento del escritor gallego Wenceslao Fernández Flórez, dueño de la silla S de la Real
Academia de la Lengua, periodista y escritor quien cultivó como ninguno la sátira social y la visión irónica del ser humano, en un número de una revista literaria de 1950 aparece una de sus "Visiones de Neurastenia" el cuento de características escatológicas y tragicómico, como era lo suyo:

Carátula de la vieja revista...
"Un coronel del glorioso Ejército Nacional va caminando por una calle de una ciudad española cuando de repente siente unas irreprimibles ganas de dar de cuerpo (lindisima expresión, harto mejor que el simple cagar), pero en ese momento se encuentra ahí en la calle con la esposa de su superior inmediato, un general de quien depende  su próximo ascenso. Y la buena señora lo arrastra con ella, porque quiere recabar la opinión de un hombre de buen gusto, como el coronel,acerca de sus compras. Y al coronel, pobre, no le queda otra que aguantarse las ganas."

"El cuento va ganando en intensidad y angustia conforme la generala más y más compra y el coronel más y más ganas tiene de dar de cuerpo. Y como aborrece hacerlo en un WC público, apenas el pobre hombre se libera tras una agotadora  sesión de shopping, sale corriendo para su casa, entra en ella y descubre que su esposa está en la cama haciendo el amor con otro hombre, y entonces grita algo sublime:"¡¡Esperad, malvados!!" y se mete al baño. Sólo que cuando sale, aliviado por fin de su carga, claro está que su esposa y el otro han desaparecido."    

Ahora un pequeño poema en prosa del gran Francisco de Quevedo en su obra "Gracias y desgracias del ojo del culo" de hace más de 350 años, obra por la que estuvo preso:



"Quien tanto se precia de servidor de vuesa merced, ¿qué le podrá ofrecer sino cosas del culo? 
Aunque vuesa merced le tiene tal, que nos lo puede prestar a todos. Si este tratado le pareciere
de entretenimiento, léale y pásele muy despacio y raíz del paladar. Si le pareciere sucio, límpiese con él, y béseme muy apretadamente. De mi celda, etcétera."


Un abrazo simple y sencillo...

Hortensio.