domingo, 8 de abril de 2018

Un bello mito de amor.

¿Qué sería la vida si no tuviéramos
el valor de intentar algo?
Vincent van Gogh.

El valor es como el amor: necesita
de una esperanza que lo alimente.
Napoleón.

En el mito griego (y en el mundo real), sólo hay un camino para llegar al inframundo: ¡Morir...! y eso estaba a punto de sucederle a la hermosisima Psique, hija del rey de Anatolia, quien despertó los celos de la inefable diosa del amor Afrodita, que envió a su propio hijo, Eros, para que le disparara un dardo envenenado que la condenaría a enamorarse del hombre más cruel y terrible que pudiese encontrar a partir de que la flecha la perforase.

Eros, bajó del Olimpo a cumplir la misión encomendada por su madre, cuando encontró a la joven y vió su gran belleza quedó prendada de Ella, la flecha la arrojó al mar y esperó que durmiera para raptarla, lo hizo y la llevó a las bellas alturas del Olimpo en forma subrepticia. Pero eso estaba más que prohibido y para no desatar la ira de los dioses, la escondió en un refugio de su palacio en el que Eros , solo se presentaba en la noche y la amaba hasta el alba, "momento en el que Eros huía junto con las sombras fugitivas". Hubo una única condición: que no preguntase quién era El.

Y el tiempo paso incontenible y Psique, empezó a añorar a sus dos hermanas y así se lo dijo al dios, quien le concedió este favor no sin antes advertirle "que eso sería su ruina", no le importó e insistió y las hermanas fueron transportadas al Olimpo durante ese espacio breve e incierto que va desde el sueño y la vigilia. Fascinadas por la majestuosidad del palacio de Eros, quisieron indagar por la identidad de su amado y Psique, terminó confesando que nunca lo había visto pues eso era lo pactado, solo la amaría en la oscuridad. Ellas sugirieron a su hermana que cuando su amado estuviese ya dormido después del disfrute del amor, encendiera una pequeña lámpara de aceite y poder verle la cara ya que pusiese ser un monstruo u otra persona indeseada que no quería que le vieran su feura...

"Psique, llevó a cabo el plan con perfecta astucia. Cuando las sombras eran espesas, y los besos y caricias se habían diluido como una tormenta que poco a poco se repliega hacia el horizonte, la joven encendió la lámpara."
La lámpara de Psique.

Eros dormía. Su rostro era de una perfección tal que 'quitaba el aliento', tal como correspondía a un dios, la imagen que veía la doncella era sencillamente celestial, era la perfección hecha una figura humana; maravillada por la hermosura de su joven amante, Psique tropezó y una gota de aceite cayó sobre el rostro de Eros. El hijo de la diosa del amor despertó indignado, con "una ira primordial, implacable, que no conoce paralelos en el corazón humano. Con el peso colosal de la decepción sobre los hombros, Eros le recordó su promesa, y luego abandonó el palacio, asegurándole que ya no volvería a verle jamás."

Desesperada por su error y consciente de su traición, rogó a Afrodita un milagro para poder recuperar el amor de  Eros; la diosa dueña de un rencor sublime, le ofrece una única posibilidad para recuperar el amor de su hijo, hacer un trabajo imposible para cualquier mortal: descender al Hades, bajar al inframundo, Ella aceptó, llena de un amor profundo y sincero, se encaminó hacia el inframundo para rogarle a Perséfone, reina del Hades, que la honrare con un cabello de su exuberante cabellera; una empresa que podría ser fatal y que solo una amante abandonada, tomaría semejante riesgo y en una aventura impredecible solo para recuperar lo perdido.

Afrodita, que siempre quería sacar partido y provecho de las situaciones así tan peligrosas, sabía que en cada cabello de Perséfone, se hallaba el germen de una belleza suprema. Para hacerse de ese cabello, la diosa le entregó a la mortal un cofrecillo negro 'como las alas de la noche' en donde debía de depositarlo con sumo cuidado, "pues la hermosura del inframundo, es letal al contacto con cualquier ser humano. Ella sabía que la única forma de entrar al Hades era muriendo, así de sencillo y de grandioso.
El beso, por Antonio Cánova 1786-1793
Museo del Louvre, París.

Psique, estaba a punto de saltar al vacío desde la altura de una torre cuando escuchó una voz algo extraña (nunca supo que dios fue el que la ayudó) le dijo que conocía un pasaje secreto que llevaba a un umbral que nadie conocía hasta el momento, la voz la guió y le dio algunas recomendaciones, así  entro a esas 'Instancias de la Muerte'... y se encontró con el terrible perro de tres cabezas llamado Cerbero a quien calmó con unos deliciosos "dulces de cebada"; cruzó la puerta del submundo y caminó en dirección de la laguna Estigia, y allí encontró, en su eterno mutismo al barquero Caronte, a quien le pagó con un óbolo de plata para poder cruzar las aguas eternas de la laguna, el último obstaculo que la separaba de la terrible diosa del inframundo.  

Al verla cayó de rodillas y le contó su angustia de amor, la reina del Hades se conmovió con tan triste historia y arrancándose uno de sus cabellos negros, se lo dio a la mortal quien abrió el cofre y allí lo depositó. Psique, retomó el camino de regreso y en un descuido el cofre se abrió, de él emergió un vapor narcótico que los griegos llamaban el Sueño Estigio, es decir, "el olvido inevitable que cae sobre todos los muertos"

Eros, quien había seguido desde el Olimpo, todas las desventuras de su amada por el inframundo y haber enfrentado a Perséfone con éxito, se presentó ante su abuelo el rey de reyes Zeus, para que él ayudara a la joven enamorada. El anciano rey conmovido por la petición de su joven nieto y conocedor como nadie de las debilidades del amor, convirtió a la joven en una inmortal, como premio a su sincero arrepentimiento amoroso y la trasladó al palacio de Eros, quien la esperaba radiante de amor y de gozo para reanimarla de la muerte con un sentido y amoroso beso...

Hasta aquí esta bonita historia de amor.



Una aclaración perceptual:



Eros, significa "deseo", de ahí la palabra erotismo, amor en movimiento, que desea, que entra en acción... Psique, significa "soplar" en un concepto puramente espiritual, es según los griegos, el "aliento que se exhala antes de morir" es el hálito que errante se pasea por el inframundo como una sombra fantasmagórica que no recuerda su pasado terrenal. En Roma, el fruto del amor entre Psique y Eros, fue llamado Voluptas, que significa placer, en éste dios se fundían las dos facetas más importantes del hombre: el deseo y el alma; de ahí la palabra voluptuosidad... Bueno, espero le haya gustado, solo me queda, por ahora, darles...

Un abrazo voluptuoso.

Hortensio.