jueves, 20 de septiembre de 2018

Rodando el tiempo...

En esta atípica ocasión la entrada y el espacio son para la poesía, esa que desde 2010 ha escrito Farwel en su cuaderno poemario que ha llamado "Acariciando la muerte":


El tiempo en el infinito...

Rodando el tiempo.

Rodando el tiempo en el infinito,
la inquieta pasión me dio la medida...
como una flecha directa al corazón;
palabras sentenciadas al silencio
en un papel manchado de tinta,
de tinta china indisoluble como
la decisión de irte por tu propia mano.

Así rodando el tiempo en el infinito,
amé tu muerte como se ama aquel bello
poema que no podemos recordar...
Rodando el tiempo en el infinito, la nostalgia
me fue llevando al infatigable río de tu recuerdo.

                                                         Farwel 2010


El rastro del tiempo...


El rastro.

El rastro de tu mentira dejó
una estela viva de tu fuga atroz,
esa que ira de la mano caminando por
aquellas calles que se comió el tiempo
con la razón contenida y retenida
en un grito que solo habita en mi piel.

La sombra y el silencio se rompieron
por el sonido de una lejana sirena
que me hicieron pensar que tu estás allí
y yo aquí reteniendo en las yemas de mis 
dedos el calor de tus mejillas.

Aquí, tu ingratitud me propone el olvido y la tristeza
allá, te consume la alegría de la aventura nueva...
aquí y allá, solo queda el recuerdo del amor perdido
y solo una pregunta llega a la inquietud de mi alma rota:
¿Cómo se puede caminar con el tiempo detenido?

Es como evitar que el sol naciente se convierta en un ocaso
y la impudicia hipócrita de la pervertida gente se pueda evitar,
es pretender que las palabras sobren en un poema de amor 
y el deseo muera por el anhelo de no recordar el amor perdido
¿Cómo puede ser tan cruel el tiempo detenido en un suspiro?
No lo sé... no lo sé, pero está llegando la noche y con ella mi muerte.

                                                                                        Farwel 2010



Un muy fuerte abrazo...

Hortensio.