¡Pronto seré una sombra arrinconada...! |
Pronto seré...
Pronto seré una sombra arrinconada
bajo el peso de una noche inagotada,
y pronto seré solo una silueta envuelta
en migajas sucias de luz mortecina...
Pronto seré solo el idioma del desaliento
con el hambre fea insaciada por siglos,
y pronto seré esa nada que no sobrevivió
tras ella y se quedó perdida en una grieta
del inasible tiempo...
Pronto seré ese silencio de frío mármol
que ya no tiene ni siquiera un recuerdo,
y pronto seré cruz de carne que se pudrió
a la vera de un camino romano...
Pronto seré esa inagotable sed que consumio
mi alma vagabunda en el desierto vil del amor,
y pronto seré ese viento cruel que se llevó
por siempre mi triste verso inacabado que no
volverá a susurrar tu nombre amado...
Pronto seré como aquella melodía huérfana
que nunca más se oyó porque nació del adiós,
y pronto de tanto, tanto esperar la luna dejará
de brillar en la penumbra de mi ocaso moribundo
tomando el sendero nublado que no lleva a ninguna
parte...
(Farwel 1978)
¡No huiré...!
He decidido esperarte aquí sentado, pues ni quiero ni tengo a donde ir y mucho menos se me dan las ganas de huir por ahí, he decidido esperarte aquí sentado y miro. Miro los cristales de la ventana por donde se filtra la luz que dibuja su sombra contra el piso y a medida que el sol camina hacia su anhelado ocaso en su eterno periplo, la sombra va cambiando y muta en extrañas formas que van desapareciendo cuando se anuncia la noche; ya no hay sombras sólo penumbras. Y yo que sigo aquí sentado, taciturno e inmóvil... espero. Espero la muerte pero ella se niega a venir.
Las imágenes.
Las imágenes que llevaba guardadas en mi memoria, eran invisibles al querer del pensamiento, pero estaban ahí para ser rescatadas... entonces escribí. Y escribí sobre Ella para sacarlas de las córneas de mis ojos en esa transparencia pura que nadie osa tocar y hacerlas renacer de su oscuro ostracismo de esa ergástula febril que es mi mente donde habitan serenas y calladas, atrapadas en el silencio de la nada para decirme: "Si tú lo mandas, de nuevo estaremos aquí ya que hemos regresado solo porque tú pensaste en Ella.
Un febril abrazo.
Hortensio.