sábado, 28 de octubre de 2017

Fabergé y sus huevos.

Ayer me desayuné con una noticia que me llegó por vía de WhatsApp de un amigo y seguidor, aficionado a las estadísticas... la página o sea mi bitácora ('más mejor' el eufemismo) había roto la barrera de las 40.000 visitas; bueno, una bonita realidad que nos da a los Blogueros empedernidos como yo, una grata y emotiva satisfacción. Un día me propuse escribir todos los domingos, por lo general al amanecer sobre distintos y variados temas y sin dejar de publicar mis viejas poesías que sin éste maravilloso medio de la alta tecnología, de seguro habían perecido en el muladar del olvido... ¡gracias amig@s! no sé qué más decir: estímulo para no desistir en este bellísimo espacio de literatura contemporánea... ¡gracias!

Sin palabras...

A
hora lo prometido, una hermosa curiosidad del arte de la joyería: Los huevos de Fabergé... W. Churchill, dijo cuando sus ojos vieron un huevo original del gran artesano "Es un acertijo envuelto en un misterio dentro de un enigma". Y en realidad, como lo dijese Farwel: "Es la belleza sublimada del metal y las joyas amalgamado en una pequeña obra de arte". El gran orfebre, Peter Carl Gustavovich Fabergé, había nacido en San Petersburgo, en el año de 1846, venía de una familia de artesanos joyeros y allí destacó hasta que en la Exposición Panrusa de Moscú, ganó la medalla de oro por la pequeña obra que exhibió y que llamó poderosamente la atención del Zar Alejandro III, quien le encargó algo especial para regalarlo a su esposa la zarina María Fiódorovna, en la pascua de ese año de 1885; el maestro le insinuó un simple huevo y empezó a trabajarlo... éste fue el resultado:
Un huevo con cáscara de platino que al abrirse contenía otro de oro que a su vez al abrirse contenía una gallinita en miniatura que tenía en su cabeza una réplica de la corona imperial rusa. Este regalo del Zar le gustó tanto a los monarcas que le ordenaron al maestro un huevo (único e irrepetible y con una sorpresa en su interior) por cada pascua de ellos en el poder; once fueron los los huevos que Alejandro III, le alcanzó a regalar a su mujer.



Desde luego el nuevo Zar Nicolás II, continuó con la hermosa y costosa tradición...57 le alcanzó a regalar a su madre y a su esposa de los 69 (ocho están perdidos) fabricados y confeccionados por los talleres de Fabergé, para la casa real que en su interior tenía algún objeto relacionado con la dinastía de los Romanov.

Para que se hagan una idea del costo de éstas pequeñas obras de arte, el 'huevo reloj' Rothschild de 1902 fue rematado en la suma de 23 millones de dólares y el del chatarrero gringo que compró uno de éstos pensando que era una copia muy bonita, cuando la hizo avaluar, resultó ser un original que fue rematado en la astronómica suma de 20 Millones de libras Esterlinas (23.8 Millones de Euros o 33 Millones de dólares) 

Aquí un pequeño recorrido visual sobre los más famosos huevos de pascua de Fabergé, una delicia visual:

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El gran maestro de la orfebrería rusa
171 años cumpliría este año el maestro de la joyería, murió en Lausana Suiza el 24 de Septiembre de 1920 a los 74 años.

Un abrazo de orfebre.

Hortensio.