Un adiós.
Como un toxico inclemente
Llego el momento de decir adiós. (Foto de David Ruiz) |
va alargando su negro rictus
hacia el largo beso de la noche.
Y como un gesto que hiere
como una palabra que duele
se da callada la metáfora de miedo
incrustada en una carne ya vencida.
Anhelo que sostiene el aire
y que se niega a volver
que se niega a existir...
llegó el momento de decir adiós.
Farwel 1989
Presentido.
El recuerdo y el olvido
van de la mano
para no perderse en la niebla
de una enturbiada vida,
enigma indescifrable
infierno y paraíso
presentido de luz y de gemidos.
Farwel 1989
Farwel 1989
Destellos.
un abandono, destellos
de una caricia que se perdió,
fulgor de un reflejo inacabado.
Matiz luminoso
que juega al blanco
que huye del negro
que amamanta el gris.
Eres cruel acometida
que crucifica, que mata,
gemebundo beso
que ausente e inerte
con dolor y lamento,
llena mis vacíos de lujuria
y dolor...
Farwel 1989
Esquirla N° 24
Mi calle y tu esquina
estaban llenas de memoria
pedazos de recuerdos
que no volverán.
Ese Amor.
Ese amor que no tiene tiempo
ese amor que todo lo da
ese amor que quiebra barreras
ese amor de mágico elixir...
lo siento no puede ser, ya
tengo 50 y tu amor mío tan solo 16.
Con un fuerte abrazo, si me lo permiten.
Hortensio.