domingo, 11 de octubre de 2015

Poesía Dislocada...

Y en este plácido domingo, un poco de poesía dislocada... perdida en esos espacios de 'el tiempo irreparable' de aquel lejano año de 1989.

El Regreso.
'Ese camino que se niega que me evade'.

Perdido en el tiempo irreparable

quiero y añoro el regreso...
pero esa lejanía cruel y traicionera
me aparta indefectiblemente más y más
del camino que se niega, que me evade.

Indiferencia tóxica y fatal
que va llenando los espacios
de un alma harto destrozada,
nostalgia pegajosa y vil que
aprieta y estrangula mi paz.

Sólo me queda un momento
sagrado de vigilia y lucidez
que habré de utilizar ya...
antes de penetrar a ese oscuro
laberinto a enfrentar mi Minotauro. 

Ficción nocturna de plateados hilos,
eclipse de una vida ahogada en mitos
en mentiras continuadas y falseadas, 
que se negó a morir en esa, la dignidad
de reconocer la falacia del querer volver.

Y se del no regreso deseado sí...
apasionante aventura que aniquiló
toda la capacidad de retorno
y aunque anhelo emocionado ese
regreso, se que solo es un delirio
que se perdió en el tiempo irreparable.

                                             Farwel 1989.



El Riesgo.
El riesgo de navegar por la vida...

Conocía los riesgos de tu amor
como conoce todo científico
su tarea, por ensayo y error,
y, mi error fue fatal... perdí.

Anduve en la cuerda floja
de tu mentira a gran altura
sin una red de seguridad... caí.

Y al querer salvar la vida
para poder amarte, fue
una impostura absurda,
era como caminar con botas de
plomo en un pantano... me hundí.

Así perdí tu amor y perdí mi vida
y perdí mi tiempo y perdí mi honor
y perdí mis sueños y perdí mi paz
y perdí mi todo y perdí el deseo...

Y a pesar de todo te amé
y a pesar de todo corrí el riesgo
a sabiendas que jamás en toda
la eternidad volverías a ser mía.

                                           Farwel 1989.



Sueños...
En la memoria se guardan para siempre los sueños,
los misterios, los recuerdos y las culpas... nada más.

Muchos de mis sueños
que han estado escondidos
esperan que los vuelvan
a llamar que los conciten...

Y se que regresarán felices,
orgullosos de ser parte mía
ansiosos de enriquecer de nuevo
mi vida una vez más...

Serán un regalo de los dioses,
ondinas que se habían ido y
que se habían olvidado como
se olvidan en la soledad del
silencio la suave melodía de 
las horas en añoranzas
desesperadas del no ser.

Por eso al regresar en esa
fortuna que le fue esquiva,
mis sueños que son una forma
de eternidad saboreada, 
caminarán de la mano con los
que son mis recuerdos más caros...

Un lugar y un hogar de amor.

                                               Farwel 1989



Un abrazo, un poco dislocado.

Hortensio.