En un viejo cuaderno de notas fechado en 1.978 encontré ésta poesía de Farwel, que con sombría tristeza nos cuenta un fracaso de amor y la angustia de saber que lo había perdido. Su lírica ya tomaba un rumbo pesimista ante ese espacio de tiempo en que le tocó vivir... por ahora en éste Plácido domingo, oigámoslo:
No volverás.
La noche de color sombrío asomó
cuando los mirtos empezaban a
esparcir sus aromas escondidos y
mi herido corazón de nuevo empezó
a sangrar con indecible dolor...
La adversa fortuna se reía de mis
profundas quejas de amor cuando la
tristeza que tu vacío dejó se atrevió
a desafiar la pena tan grande que
nunca pude superar y ahí quedó...
Ilusiones y anhelos que se cansaron
de tanto esperar tu regreso y mi
esperanza implora una migaja de
fe aunque sea para engañarme
cuando infeliz me asomo al espejo de mis sinsabores...
Sé que no volverás aunque la duda
eche sus raíces en mi alma enferma
hace tiempo ya e inútilmente mi
angustia infinita se volvió una agónica
y fea realidad que daña que me daña...
La distancia agotada por el tiempo
se vuelve niebla fría que envuelve
mi sombra atormentada que ya no
quiere vivir sin el calor de tus labios
tibios...
Y tu huella perdida en la bruma de
la brevedad de la vida que se va
dejándome huérfano de pasión en
mi crepúsculo tardío que se conformó
con el eco vacilante de tu voz perdida...
Y sé que no volverás.
Hortensio.