domingo, 23 de septiembre de 2012

La carta de los Cosacos


En una ocasión y por casualidad, mirando en Internet la obra  del pintor ucraniano Iliá Repin (1844-1930), en donde sus pinturas se basan en temas históricos de 'gran fuerza y realismo' una de ellas me llamo poderosamente la atención y me lleno de curiosidad y era sobre los cosacos de Zaporozhia escribiéndole una carta al sultán de Turquía, y se medio por investigar...


Los cosacos zaporogos quienes vivieron en lo que es hoy Ucrania, fue una "nación" que fue asediada por rusos y otomanos, este último (el imperio Turco-Otomano) en cabeza del sultán Mehmed IV llamado el cazador, como no podía imponerles su yugo, aconsejado por un tonto y a lo mejor de buenas intensiones ministro, se propuso  en escribirles una carta amenazante para intimidarlos y así arrodillarlos ante su voraz imperio...la carta en mención decía así:

Como sultán, hijo de Mahoma; hermano del sol y de la luna; nieto y virrey de Dios, gobernante de los reinos de Macedonia, Babilonia,Jerusalén, Alto y Bajo Egipto, guardián de la tumba de Jesucristo, delegado del poder divino, esperanza de los musulmanes, gran defensor de los cristianos,...Os ordeno, cosacos zaporogos, someterse a mí voluntariamente y sin resistencia alguna y cesar en vuestros ataques.

Estos guerreros, liderados por el cosaco Ivan Sirko en 1.675, considerados los mejores jinetes de su tiempo, hábiles y violentos con el sable curvo, expertos tiradores del mozquete y certeros en los ataques sorpresa y de velocidad del rayo y que crearon pavor entre las tropas otomanas, le contestaron la carta al sultán de la siguiente forma:

¡Cosacos Zaporogos al Sultán Turco!

Oh sultán, demonio turco, hermano maldito del demonio, amigo y secretario del mismo Lucifer. ¡Que clase de caballero del demonio eres que no puedes matar un erizo con tu culo desnudo? El demonio cagó y tu ejercito comió.

Jamás podrás, hijo de perra, hacer presos a hijos cristianos; no tememos a tu ejercito, te combatiremos por tierra y por mar, !Púdrete!

¡Despojo babilónico, loco macedónico, cerbero de Jerusalén, follador de cabras de Alejandría, porquero del Alto y Bajo Egipto, cerdo armenio, ladrón de Podolia, catamita tártaro,verdugo de Kamyanets, tonto de todo el mundo y el submundo, nieto de la serpiente y calambre en nuestros penes. Morro de cerdo, culo de yegua, perro de matadero, rostro del anticristianismo, folla a tu propia madre! 

¡Por esto los zaporogos declaran, basura de bajo fondo, que nunca podrás apacentar a los cerdos de los cristianos. Concluimos que como no sabemos la fecha ni poseemos calendario, que la luna está en el cielo, es año el Señor, el mismo día es aquí que allá, así que bèsanos el culo!

Lo triste y paradójico ésta historia fue lo que siguió en los años por venir, por ser inmanejables, bárbaros e impredecibles, Catalina la Grande de Rusia, diez años después en 1.775, envió a Grigori Potemkin a destruir la Zaporozhia y lo logró, cerca de 5.000 cosacos huyeron pasando el Danubio y se unieron al ejercito otomano otros pocos se asimilaron al ejercito ruso y fueron enviados a colonizar la Siberia...llegando hasta las costas del Pacífico, los menos peligrosos, el general ruso Tekeli los dejo en esa tierra dedicados al pastoreo y la agricultura.


Sus herederos, igualmente indómitos, fueron los cosacos del Kuban, que en la segunda guerra mundial fueron aliados de los alemanes y otros del ejercito rojo, pero siempre odiaron las dictaduras tanto de Hitler como de Stalin, hoy por hoy...por ahí andan sueltos, siempre libres, siempre cosacos.

¡Hasta la próxima...!

Hortensio.