Nunca cometas el pecado de caminar
sobre las huellas de otro... corres el
riesgo de no dejar las tuyas.
H.Farwel.
Alejados de los criterios habituales y de las expresiones en donde la reina es la rima y la medida - métrica- es su gemela, Farwel mantiene una irregularidad permanente en su versación lírica libre, en donde nos trasmite sus sensaciones y sentimientos, pero eso sí, trata de tener el ritmo y la necesaria cadencia, para poder sentir que es un poeta. Hoy, en éste Plácido domingo encontré una muy vieja poesía inédita del poemario "Escribo para no ser Silencio" de aquel lejano 1978.
Un paisaje del amanecer. |
LA HUELLA.
Es la huella que dejó tu rastro en
un instante que se volvió eterno.
Es el tiempo que limita el espacio
que mi alma busca en un horizonte
decadente que no cuenta su final.
Es pensar en darle a cada suspiro
un sitio en donde puedan refugiarse
de la infame indiferencia y del
olvido vil.
Es entender el silencio de las horas
que cómplices con la angustia, sufren
el colapso de esa vida fútil y vacía.
Es mirar cómo se desmantela la
existencia de un ser sin esperanza
alguna de poder olvidar.
Es el destello de una tragedia que
nunca advirtió su torva faz.
Es la ventura y desventura de mi
vida... huella de ausencia.
Es el 'paraíso perdido' de nuestras
pequeñas cosas... huellas sin rastro.
Es tu recuerdo un río caudaloso de
amarguras interminables que llegan
sin medida al piélago infinito de mi
soledad.
Es el azar que se disuelve en el velo
gris de una mentira desvanecida como
un acto cruel y demencial... tu muerte.