Sí, ya sabemos que de nuevo estamos en este Plácido domingo en donde la poesía de Farwel, entra y
toma posesión del blog, aquí siempre presente la muerte, en esa nostalgia en que Ella, es en si misma la protagonista final de su temática, es la desintegración biológica y es en donde todo acaba... esa es la constante de su poesía que es ver la inutilidad de todo en el auto engaño del Ser y lo irreparable de la fugacidad del tiempo en el espacio en el que le toco, a la fuerza "vivir". Alguien sabedor de estos ajetreos líricos al leer la temática de su poesía concluía -y en eso estoy de acuerdo- que es una poesía existencial sometida a los recuerdos, la angustia y la desesperanza huracanada que se torna obsesiva.
Inventando la muerte...
Con la soledad del fugitivo
y la esperanza del vagabundo,
con los labios aridecidos de silencio,
y el corazón cargado de olvidos...
Con el desasosiego de un condenado,
y la angustia de un desahuciado,
con el dolor de un desgraciado traicionado,
y la fe perdida de un apóstata...
Con el afán de un provecto por vivir un minuto más,
y el influjo inexorable del tiempo ya ido,
con el espíritu conturbado de un poeta loco,
y las palabras aromadas de miel de una adolescente...
Con la confesión lacerante de un pobre enamorado,
y esa bondad sincera y desinteresada de un cartujo,
con la indefensa belleza y la sutil ternura de un bebé,
y el sueño perdido y cansado de un alquimista...
Con la inconformidad maldiciente de un Prometeo,
y la rebeldía amorosa y humanística de Luzbel,
con la bella e inefable mirada verde de tus ojos,
y el fantástico sentimiento de amor que no me abandona...
Con ese entusiasmo lírico que inspira tu amistad,
y todo eso itinerando mis ya cansados pasos
alimentando mis pobres deseos anonadados de tristeza,
entonè un lánguido y angustiado plañido fúnebre...
Que es el frío dolor acerado del puñal amargo que
destrozó mi alma llevándome de la mano a inventar
mi propia muerte...
Farwel 1989
Tiempos añejos...
Mi tiempo naufragado, mi tiempo malgastado,
aletargado por tan aquí en un eco caducado de
recuerdos anclados en una brisna tormentosa,
caminos inhóspitos de horas grises en sórdidos
parajes...
Eso fue mi frío tiempo aterido de miedos
habitado de angustias que se ocultan en un
oscuro y profundo pasadizo en donde la escasa
luz y el pesado aire son el ambiente que he de
respirar...
Esos son mis tiempos añejos que implacablemente
se esfuman aunque se resistan a morir en su sitio
fuente inagotable de frustraciones y desprecios,
decepciones y amarguras, de tristezas y nostalgias,
aquellos silencios a los que el cerrojo vil del olvido
clausuró...
Farwel 1989
Un abrazo simple y fuerte.
Hortensio.
Hortensio.