Amaneció...
Un sencillo y bello amanecer en el campo... |
Había tomado un antipirético pues tenía fiebre muy alta, eso decía el termómetro cuando amaneció; sentí una rara necesidad de ducharme con el agua fría como esa mañana de lunes, lo hice... salí vestido de limpio y me encaminé al "café de María" allá cerca de la plaza, era como una paranoia pues tenía la idea loca de escribir un texto en el aire pero, siempre olvidaba la temática, creo que era sobre los Siete Sabios de Grecia y sus hetairas; tenía que cosificarlos desde la materia para poder sentir la energía de sus vidas.
Entonces intuí ese mensaje encriptado y todo se me volvió como la gran tormenta, tal vez esa misma por la que pasó Newton cuando vio caer la manzana y se preguntó: ¿Por qué no se cae la Luna...? La vieja María no abría su local entonces, dejé de barruntar y pensé en una cerveza bien fría pues el sol era tan, pero tan fuerte que me estaba quemando los pensamientos, esos que me estaban creando una loca aversión sobre la verdad, me gusta de vez en vez mentir morbosa y deliberadamente y lo mejor: que me "crean"...
El sol estaba en ya su cénit cuando empecé de nuevo a añorar con inapelable argumento, al búho de la noche, todo lo olvidaba en una niebla mental que se volvió angustia pura, ni que estuviese tomando 'Acqua Toffana', esa que mata lentamente y no deja rastro, pero en fin, solo son ideas que llegan y se van...
Mi amada.
Óyeme... Si a ti te sobran historias, a mi me faltan verdades, es cuando acudo a la conjugación de mi pasado que es el horizonte predilecto de mi alma adolorida, sabes que llevo tu nombre cosido a la piel de mi nostalgia llenando las páginas de mis memorias con los recuerdos de nuestra niñez... añoranza viva de tus lares que existen en los repliegues ignotos de mis sueños.
Es mi historia que se rehace con la simple evocación de tus amaneceres, esos que no tienen prisa cotidiana, y allí estás a la espera de los siglos; me haces falta 'Siempreviva' y al no poder estar en tu suelo, siempre estarás presente en mi corazón de peregrino que añora el regreso a ese lugar al que tantas veces volveré en busca de esa estancia amada y a ese amoroso instante que llenas de Paz.
Eso eres tu mi "Bella Cartuja", eres mi madre y el nido al que siempre aspiro volver ya envejecido de nostalgias en un eco que solo recogerán tus calles con el alma apretada y con mi voz ausente y vacía; llenaré mis espacios sintiendo el silencio del tiempo detenido... después de todo ¿qué es el tiempo? acaso, ¿una interminable sucesión de horas y minutos que fugases pasan sin poderlos detener? y yo mi adorada Tunja, solo busco refugio en la soledad de tus historias y vivencias, nos quedaremos con los momentos en que fui feliz con la utopía de tu olor, el bullicio de tus calles, en el recogimiento de tus iglesias, en la alegría de tus parques y los diseños de tu amada arquitectura, dicotomía eterna entre lo moderno y lo antiguo, lo clásico y lo colonial; si Dios existiera, seguro viviría feliz en la esencia de tu vida... "refugio de la Patria, taller de la libertad".
Un gran abrazo de nostálgico amor.
Hortensio.
Mi amada.
Tunja... |
Es mi historia que se rehace con la simple evocación de tus amaneceres, esos que no tienen prisa cotidiana, y allí estás a la espera de los siglos; me haces falta 'Siempreviva' y al no poder estar en tu suelo, siempre estarás presente en mi corazón de peregrino que añora el regreso a ese lugar al que tantas veces volveré en busca de esa estancia amada y a ese amoroso instante que llenas de Paz.
Eso eres tu mi "Bella Cartuja", eres mi madre y el nido al que siempre aspiro volver ya envejecido de nostalgias en un eco que solo recogerán tus calles con el alma apretada y con mi voz ausente y vacía; llenaré mis espacios sintiendo el silencio del tiempo detenido... después de todo ¿qué es el tiempo? acaso, ¿una interminable sucesión de horas y minutos que fugases pasan sin poderlos detener? y yo mi adorada Tunja, solo busco refugio en la soledad de tus historias y vivencias, nos quedaremos con los momentos en que fui feliz con la utopía de tu olor, el bullicio de tus calles, en el recogimiento de tus iglesias, en la alegría de tus parques y los diseños de tu amada arquitectura, dicotomía eterna entre lo moderno y lo antiguo, lo clásico y lo colonial; si Dios existiera, seguro viviría feliz en la esencia de tu vida... "refugio de la Patria, taller de la libertad".
Un gran abrazo de nostálgico amor.
Hortensio.