La ansiedad de morir no es otra cosa que el miedo irracional y una fuente clara de sufrimiento y persistencia de morir, (siendo de por sí un miedo natural que ha servido para la conservación de la especie) que se puede convertir en tanatofobia, como una obsesión que a cada paso interviene en la conducta con cualquier estímulo relacionado con la muerte, por ejemplo, un ataúd, un cementerio o una calavera, etc., que dificulta la vida normal cuando piensa depresivamente, en su propia muerte, después de experiencias traumáticas, y no pueden manejar bien el famoso 'duelo' comenzando a tener 'miedos aprendidos', el más recurrente es el miedo a lo desconocido o ¿Qué hay más allá de la muerte? solo sé que 'La gran Resignación' farweliana, no deja de inspirar respeto y de por sí miedo.
Para matizar éste tema, voy por lo que sé, dos bellas poesías de dos grandes de la literatura:
"¡Adiós!"
Las cosas que mueren jamás resucitan,
las cosas que mueren no retornan jamás.
¡Se quiebran los vasos y el vidrio se queda!
es polvo por siempre y por siempre será.
Cuando los capullos caen de la rama
dos veces seguidas no florecerán...
¡Las flores trochadas por el viento impío
se agotan por siempre, por siempre jamás!
¡Los días que fueron, los días perdidos,
los días inertes ya no volverán!
¡Qué tristes las horas que se desgranaron
bajo el aletazo de la soledad!
¡Qué tristes las sombras, las sombras nefastas,
las sombras creadas por nuestra maldad!
¡Oh, las cosas idas, las cosas marchitas,
las cosas celestes que así se nos van!
¡Corazón... silencia!... Cúbrete de llagas!...
-de llagas infectas- ¡Cúbrete de mal!...
¡Que todo el que llegue se muera al tocarte,
corazón maldito que inquietas mi afán!
¡Adiós para siempre mis dulzuras todas!
¡Adiós mi alegría llena de bondad!
¡Oh, las cosas muertas, las cosas marchitas,
las cosas celestes que no vuelven más!
Alfonsina Storni.
¡Oh muerte!
Amado Nervo.
Un abrazo alejado de tánatos...
Hortensio.