domingo, 19 de agosto de 2018

El cura ateo.


Estos tres epígrafes del famoso "Cura ateo" para abrir de boca de lo que fue su visión sobre Dios, Jesucristo y la religión católica... 
                                                                                                                                            
"¿Porqué se muestra ausente ante tanta
injusticia y miseria humana pero, a la
vez pretende ser amado y adorado?"

"O existe y se burla de nosotros 
dejándonos en la ignorancia,
 o no existe."

Jesucristo: " ...un hombre sin talento ni espíritu;
un loco, un insensato y un miserable fanático.
Un retrato en miniatura del famoso cura ateo...
Jean Meslier.
La Ilustración o "Siglo de las Luces" corriente intelectual que propendía defender el uso de la razón sobre la fe católica, ciega y absurda que había sumido a la humanidad en lo que se denomina históricamente "La Edad de las Tinieblas" estaba en su apogeo; aunque en épocas del rey sol Luis XIV, (1638-1715) se encontraba muy ligado a la omnipotencia del catolicismo y hablar sobre cualquier tema que no fuera los dogmas y politicas del Vaticano, se consideraba herejía y la gente (que pensaba libremente) paraba en la hoguera.

En éste contexto histórico nació Jean Meslier (1664-1729) el gran filósofo ateo y materialista de la ilustración que profesaba una espacie de comunismo anarquista que lo llevó a fuertes confrontaciones con el señor feudal de la región; desde el púlpito de su parroquia de Étrépigny, en la duró por más de 40 años, denunciaba y atacaba los malos tratos de éste terrateniente sobre sus trabajadores; el obispo de Reims, su superior lo conminó al silencio, lo que lo sumió en una rebeldía razonada contra las religiones, el clero degenerado por las canonjías, cuestionó - por primera vez- a Dios y a Jesucristo, a la Biblia y a los exegetas de interpretar 'El Libro' según sus conveniencias y desde luego ataca a los nobles y a la monarquía de manera implacable. 

Cuando presintió que sus días estaban llegando a su fin, emprendió una gigantesca obra que escribió con una disciplina espartana. Escribía todas las noches y hasta el amanecer a la luz de una vela y con una pluma de ganso, "eso puede dar una idea aproximada de lo que le costó físicamente alumbrar sus pensamientos y sentimientos" oigamos lo que decía su biógrafo más connotado, Michel Onfray: "Jean Meslier, condensa bajo una sotana toda la dinamita  que mina el siglo XVIII. Éste sacerdote sin rostro ni sepultura proporciona el arsenal conceptual del pensamiento de las Luces en su vertiente radical, la de los ultras, que, sin excepción, beben de su fuente y luego, con aire inocente, fingen ignorar incluso su nombre".

Al morir a sus 65 años en junio de 1729 dejo sus manuscritos muy bien legajados y ordenados, sobre la mesa deja dos cartas para sus amigos curas de las parroquias vecinas; al interior se leía con su bella caligrafía: "Pensad las razones de creer o de no creer, en lo que vuestra religión os enseña y que os obliga a creer ciegamente. Estoy seguro que si seguís vuestras luces naturales descubriréis como yo, que todas las religiones del mundo son invenciones humanas, y que todo la vuestra religión os enseña y os obliga a creer, como sobrenatural y divino sólo son errores, mentiras, ilusiones e imposturas." En la misma misiva les informa que su 'Testamento' lo ha depositado en la escribanía de la justicia de la parroquia. 
La hermosa caligrafía de Meslier...

Ahora, es un misterio lo que pasó con el cuerpo del gran pensador, pues no existe anotación de tal evento en los anales parroquiales, ni hay indicaciones de que pudo morir ni donde enterraron su cuerpo de forma tan clandestina, hay dos teorías... una, que fue para protegerlo de una posible exumación de las venganzas del clero francés y el terrateniente que había prometido quemarlo y crucificarlo y la otra, que no quisieron a propósito, dejar testimonio a la posteridad de su nombre.

Lo cierto es que al descubrir su 'Testamento' que es presentado en tres tomos o ejemplares de 370 páginas cada uno, envueltos en un grueso papel  gris y escritos en una perfecta caligrafía y redactado en frases largas, los parroquianos se enteraron de que su cura y amigo había muerto pero se les oculto de qué murió y su última morada. Para no hacer tan distendida la presente entrada,  les comparto algunos pensamientos justificatorios de su 'Última Palabra':

"Queridos amigos, puesto que no se me hubiera permitido, he incluso hubiese sido peligroso y las consecuencias me hubiesen sido desastrosas para toda mi vida, por decir lo que pienso de las conductas del gobierno de los hombres, de las religiones y de las costumbres, he decidido decíroslo después de mi muerte..."

"Vosotros adoráis efectivamente débiles imagencillas de pasta y de harina, y honráis imágenes de madera y yeso, e imágenes de oro y plata. Os divertís, señores, interpretando y explicando figuradamente, alegóricamente y místicamente escrituras vanas que vosotros no obstante llamáis santas y divinas; le dais el sentido que queréis; les hacéis decir todo lo que se os antoja por medio de esos bonitos supuestos sentidos espirituales y alegóricos que forjáis para ellos, y que les destináis con el objeto de encontrar en ellas, y de hacer encontrar en ellas supuestas verdades que no son tales, y que no fueron jamás. Vosotros os encendáis discutiendo vanas cuestiones de gracia suficiente  eficaz. Y por otra parte, arremetéis contra el pueblo pobre, lo amenazáis con el infierno eterno por pecados minúsculos, mientras que no decís nada contra los robos públicos, ni contra las injusticias escandalosas de los que gobiernan los pueblos, los saquean, los exprimen, los arruinan, los oprimen, y que son las causa de todos los males y todas las miserias que los agobian."

"No vemos ni sentimos ni conocemos ciertamente nada en nosotros que no sea materia. ¡Quitádnos los ojos! ¿Qué veremos? Nada. Quitádnos los oídos. ¿Qué oiremos? Nada. Quitádnos las manos. ¿Qué tocaremos? Nada, sino muy impropiamente por medio de otras partes del cuerpo. Quitádnos la cabeza y el cerebro, ¿Qué pensaremos,  qué conoceremos? Nada."

"Aunque pudiese parecer que la religión y la política deberían hallarse enfrentadas, [...] no deja de ser cierto que ambas se entienden a las mil maravillas una vez que han establecido alianzas y sellado un pacto de amistad recíproca."

Su gran obra como habíamos dicho consta de mas de mil páginas y se llamó "Memorias contra la religión" que desde un principio y por cuenta del nuevo párroco que se reunió con sus homólogos  amigos de Meslier, optaron por entregar los manuscritos y el testamento a las autoridades eclesiásticas de París y ya se presentía el futuro de la obra de este precursor del materialismo y ateísmo y del comunitarisno real. Pero tuvo un final feliz, puesto que cuando fue confinado en la custodia del registro judicial de la prefectura eclesiástica, para su incineración, tuvo en suerte que el nuncio (embajador de la Santa sede) que tenía que dar el visto bueno de la herejía, estaba en Roma y eso dio un buen tiempo para que con unos buenos sobornos algunos eruditos en cabeza de Voltaire, lograran acceder a ella y hacer  una copia de la obra ya proscrita... salvándose para la posteridad y ser conocido su autor que se hubiese perdido para siempre como se perdió su registro de muerte y el lugar de su tumba.
El obelisco de los pensadores socialistas, en
el Jardín Alexandrovski, en Moscú.
El nombre de Maisler, figura en el 7° lugar.

Bueno espero que tengan esa grata sorpresa de conocer a este magnifico personaje del "Siglo de las Luces" y solo me queda recomendarles "Memorias contra la religión" de Maisler, que ha publicado en el idioma de Cervantes, la editorial Laetoli en el 2010.

Un sorprendente abrazo.

Hortensio.