No doy valor a nada hasta que conozca
el precio y la intensión de la oferta.
H. Farwel.
Cuanto más conozco al hombre y quiero a mi perro,
menos los quiero (los hombres); si pudiera decirlo
mismo de las mujeres, estoy seguro que sería 'feliz'.
H. Farwel.
La sueño en un presente infinito. |
Ya lo dacia Farwel para que sirva de introducción: "Muchos nos parecemos al misántropo que odia a la gente, pero calla en la prudencia, lo cual no tiene nada que ver con la boba tolerancia ni con la estéril bondad." Y en éste atípico lunes en donde mi antagonismo con algunas costumbres ancestrales - que día a día pierden seriedad estética y práctica- y mi irritante actitud y juicio "marginal" que me han llevado a hacer obsecuente con una oposición permanente y estudiada sobre las 'pendejadas' que se han cometido y se cometen por insistir en esas falsas posturas amparadas a veces por mayorías ignorantes y masificadas que piden y exigen 'respeto', códigos y normas obsoletas que tienen vida, reglamentos tontos, politicas y tradiciones necias que no desaparecerán jamás, me fastidian y desagradan hasta la nausea, por ello pienso que estoy entrando al fantástico mundo de la misantropía... ya que nunca pude comprender la naturaleza de algunas personas ni su hipocresía condescendiente de la cual no hay un antídoto eficiente para corregir estas posturas, una vez adquirido el veneno, no hay una antítesis válida ni justificada, son gentes que viven de las apariencias y han perdido la identidad y trascienden hacia la deshumanización... esto me produce una inmensa repugnancia y pesadumbre a la vez, que no es otra cosa que amargura y tengo que hacer 'ciertas concesiones' para poder "vivir" con cierta Paz en la sociedad decadente, enviciada y absurda en la cual me fue permitido vivir, con un sentimiento de profundo desagrado y repulsión. Hoy tengo el valor de expresarlo, más bien... vomitarlo.
Más que cierto... |
Así que bienvenida sea la introversión y la insociabilidad y como constancia quiero dejar por sentado que no odio a nadie ni a nada, nunca he odiado con saña ni mucho menos con ira, creo que nunca he lastimado a nadie a propósito, solo odio discreto y elemental y nada más pues no vale la pena odiar por odiar sin un criterio cierto, tal vez soy un resentido casi perturbado pero no peligroso, pero eso es otra cosa, -no tengo apegos- es simple antipatía y desconfianza en los demás y sus máscaras... para mí el austero misantropismo que empiezo a padecer de seguro es el resultado de un hastío permanente que por años han venido pavimentando el sendero cierto de la misantropía muy personal. Puede que Platón tenga razón en pensar que, "la misantropía es un error de juicio." o para otros filósofos sea 'es un estado de ánimo pernicioso', pero en realidad solo soy 'un idealista decepcionado' de la vida en comunidad, pero para mi desgracia reconozco que soy cobarde para atentar contra mi vida por mano propia, ni capaz de huir al monte y buscar una cueva para aislarme de todo lo que me produce repugnancia.
No soy ególatra - requisito 'sine qua non' para ser un buen misántropo. ¿Entonces porqué esa aversión contra sus congéneres? me pregunto... ahora, vivir en la mentira para cuadrar dentro de una sociedad estúpida, hipocondríaca y amoral, no es lo que anhelo para mi Paz interior... para mi es que poseo un nihilismo muy básico con el que he podido vivir o existir sin buscar diferencias semánticas y eso hace más congruente mi deambular en éste espacio sinsentido que convierte el pasado y el futuro en una estupidez impensada, donde solo vale 'el infinito presente'.
Un afable abrazo lejos de odios...
Hortensio.