domingo, 5 de mayo de 2019

El cólico "miserere"

"Miserere mei, Deus" es una frase latina que significa
"ten piedad de mí, Señor". Corresponde al primer verso
 del salmo 51, llamado 'Miserere' y se menciona a David
como su autor y recuerda su visita al profeta Natán


En Cien años de Soledad.

Un muy Plácido domingo; rumbo a la feria internacional del libro de Bogotá, conocida como La Filbo, motivo por el cual la entrada de hoy es muy sencilla pero curiosa y de mucha actualidad, como su título lo dice se trata del terrible Cólico Miserere, hoy conocido como como Apendicitis, que sigue siendo de mucho cuidado médico por su complicación indeterminada con la terrible Peritonitis.

Viene al cuento, pues me enteré de que el nieto de un buen amigo murió de "una apendicitis mal tratada" que degeneró en la consabida peritonitis y su deceso indefectible y me pregunto, -¡cómo! se preguntaban todos en sus exequias- : ¿por qué pasa esto en pleno siglo 21, el siglo de los grandes avances en la medicina? la respuesta es lógica, o un grave descuido del paciente y su familia que no llegó a tiempo a la atención médica de urgencias o 'Negligencia Médica' que sería imperdonable...

Sólo dolor...

El último caso y que conmovió a la sociedad de la capital, fue el caso del periodista llanero, Mauricio Orjuela, de la Radio Nacional de Colombia, quien llegó a la clínica de Engativá, con severos cólicos, le dieron analgésicos y relajantes y lo devolvieron a su casa con el dolor enmascarado. Al otro día volvió y le fue diagnosticada la apendicitis, programándolo para una cirugía de urgencias, la cual se realizó y al otro día lo dieron de alta, pero el pobre periodista seguía con dolores intensos en su abdomen, que el médico le dijo sencillamente 'que eran las secuelas de la cirugía' y así pasaron los días hasta que el dolor se volvió insoportable. Cuando lo internaron nuevamente para explorarlo ya era tarde la presencia de una grave peritonitis se había vuelto septicemia y en la madrugada de ese 18 de agosto del 2018 murió.

Yo me acuerdo como si hubiese sido ayer no más, cuando siendo niño en mi adorada ciudad de Tunja, por allá en los años 50's, que la hija de una vecina de mi abuelita murió, decían que de 'cólico miserere' después de haberle hecho todos los remedios caseros para éstos cólicos... si éste término tan antiguo -como el hombre sobre la tierra- lo utilizaban en plena segunda mitad del siglo 20, es porque debía ser terrible, entonces acudí a una 'Revista de Medicina y Humanidades" en el N° 078 del 16 de enero de 1987 y que firmaba el Doctor Pedro Laín Entralgo, decía el galeno:

"No es preciso ser médico para saber lo que con ésta expresión se nombra: una oclusión intestinal aguda y muy grave, cuyo síntoma más característico es el vómito de materias fecales. Pero ¿por qué 'miserere'? Todos hemos pensado alguna vez que el empleo de ésta palabra tendría como origen el comienzo del conocido salmo que en el latín de la Vulgata dice: 'Miserere mei, Domine', apiádate de mí, Señor. Es miserere un cólico cuando mueve al paciente a pedir misericordia al Todopoderoso. Y todos lo seguiríamos pensando si el erudito francés G. S. Colin, no hubiese esclarecido el enigma subyacente a tal expresión".

Lágrimas de dolor

He aquí cómo el arabista Juan Vernet, nos cuenta la historia. "Los médicos griegos distinguían dos tipos de dolor abdominal agudo, localizado uno en el intestino grueso (kolikós) y otro en el delgado (eileós). Ambas palabras fueron arabizadas en el siglo IX con las formas "qúluny" y "aylawus" que como nominativo -"aylawsun"- suena en el dialecto de Bagdad de un modo muy próximo a "eyleson". Así debieron de leer ese vocablo los judíos y cristianos orientales conocedores del griego y el árabe, y sin la menor vacilación lo asimilaron a "eleison" del "Kyrie eleison" "¡Sefior, ten piedad!" con que comienza el salmo antes mencionado.

Lo que sigue es cosa obvia. Cuando los traductores del árabe al latín se toparon con esa palabra, sin vacilar entendieron que con ella se aludía al carácter inexorablemente mortal de la enfermedad así nombrada, y la llamaron "cólicus miserere" aquel cuyo único remedio consistiría en prepararse a bien morir, y en consecuencia a decir "Kyrie eleison" si el enfermo prefería el griego, o "Miserere mei, Dómine" si optaba por el latín. Parece que Ambrosio Paré, fue el primero en usar esa expresión en la Europa moderna".


Un grito de dolor...

Un abrazo no muy apretado y a correr si tienen un cólico.

Hortensio.