Cuando se trata de dinero todos
somos de la misma religión.
Voltaire.
¿Qué importancia tiene lo que tienes?
Lo que no tienes es mucho más.
Séneca.
Al perderlo todo el ebrio prefirió matarse... |
De nuevo, una semana más, y en un Plácido domingo de mayo cuando en ésta resaca o 'guayabo' como le decimos en Colombia, fruto de una 'noche de copas' me puse a barruntar sobre la embriaguez o borrachera en toda la acepción de la palabra sabiendo que es una intoxicación etílica por consumo excesivo de alcohol... pregunta: ¿has tratado alguna vez de hablar con un ebrio? seguramente que si, esto lo sabes por experiencia que es casi que improbable que el individuo cambie la actitud frente a algún tema o caso mientras esté tomando.
Pero hay otra forma más de producir borrachera o mejor, embriaguez - y de qué manera llega a algunos individuos y siendo de peor calibre - es la alucinación o embriaguez por el dinero y el poder... grandes cantidades de dinero y además formas arbitrarias y sucias del poder.
Las alusiones del borracho de poder y de dinero tiende a agravarse más cuando éste ebrio se transforma en un vil delincuente egocentrista y orgulloso, siempre errático, insidioso y un patán agresivo y dado a la más brutal e irracional violencia... Intentar razonar con alguien hundido en la embriaguez del dinero conseguido en condiciones de ilegalidad y violencia, es inocuo y nunca arroja resultados conciliatorios o que puedan considerarse como positivos. Es soberbia total. Codicia pura.
El ebrio no razona, solo grita y censura; el ebrio no pondera, solo pide más y más de la sustancia que lo mantiene embriagado y adicto en cada instante que lo llevan a actitudes cada vez más agresivas y más destructivas.
El ebrio solo está dispuesto a que su razón se imponga, sin importarle que sus argumentos carezcan de fundamento y razonabilidad y que su éxito alucinado no se sostenga un solo instante cuando le pase la borrachera. El ebrio no descansa ni duerme y no se detiene, simplemente actúa, sí, actúa sin pudor, sin dirección, sin la menor conciencia, y sin cuidado, sin que le importe el daño que hace y que se hace con su actuar.
El festín de burócratas... |
Al volver a la realidad de Colombia, ésta si que ha sido campeona de borrachos y ebrios de dinero y poder. La embriaguez a la que nos han precipitado las enormes cantidades de dinero que a algunos 'personajes' ya conocidos les llegan y siguen llegando desde el narcotráfico y la nefasta y maldita corrupción administrativa, impiden el diálogo y limitan la posibilidad de acuerdos y reformas, destruyendo la reconciliación de los ciudadanos que solo quieren vivir en la tranquilidad de un país y no con las bestias que a cada paso desalientan la Paz y el futuro.
Esa borrachera de dinero y poder, defendida sin fisuras por mafias políticas que mordisquean la yugular del presupuesto para desangrarlo a su favor, es una patada en los genitales de la siempre maltrecha y vilipendiada Paz. Piénsalo querido amig@...
Un abrazo razonado.
Hortensio.