domingo, 13 de diciembre de 2015

Un grano de humor para el amor...

Sí, como lo dice el título de esta entrada plácida y dominguera... algunos conceptos sobre el amor y el porqué tiene que ser matizado siempre con un granito de humor para que pueda subsistir en el tiempo y ser más llevadero (¿sería eso lo les faltó a mis ahijados?), eso sí, sin decir que el amor no es el trasunto de lo idílico y el humor una simple forma de evasión. Estar enamorado, dice Borges, es crearse una religión cuyo dios es falible; en eso ya hay algo de humor. El que ama sin fundar el hecho recíproco y al cual se referían algunos viejos anarquistas como "al gusano enamorado de una estrella", no dejará de pensar con un joven levantisco, Rimbaud, que hay que reinventar el amor. Porque el amor no es más que la reconciliación del hombre consigo mismo.


Pero no se trata del amor en abstracto ni el humor evasivo, de lo que necesitamos. Pues ese amor que "ama a la humanidad" pero que no se preocupa por el otro, el de carne y hueso, menos se preocupa por ese individuo-mujer, que según don Karl Marx, "es la clase obrera del hombre". No es entonces el amor debilidad sino fortaleza, algo así como ponerse por traje la desnudez.

Y es el amor el que funda el mito (Tristán e Isolda) y el humor lo corrige (Quijote y Dulcinea). Amar es estar seguro de sí, decía ese embrujado del amor llamado André Bretón, y nada es comparable al hecho de amar. Parafraseando, uno podría decir que quien tiene humor, sobre todo si lanza sus dardos contra él mismo, también está seguro de sí. En realidad, amar sin humor es el nombre del tedio. (¿Les llegaría el tedio a mis ahijados?) no lo sabré.


Pero como no hay una definición que satisfaga sobre el amor, ni siquiera esa bella de Rilke que dice que "el amor es la unión de dos soledades que se respetan", ni para el humor, ni siquiera esa de Gómez de la Serna que dice que "definir el humor es intentar clavarle las alas a una mariposa con un poste de telégrafo". Para cerrar esta trilogía sobre el fallido matrimonio de mis ahijados, estoy de acuerdo con lo que escribiera Whitman: "Aquel que camina una solo legua sin amor, camina amortajado a su propio funeral." Agreguemos: Aquel que camina una sola legua sin humor, camina amortajado a su propio funeral.

Un abrazo, ojalá de reconciliación duradera.

Hortensio.

P.D.: Un millón de gracias a todos mis ocasionales lectores, puesto que el día de ayer crucé la barrera de las 20.000 visitas a mi página desde el día en que forjé esta bitácora para escribir sobre los más variados y hasta disparatados temas, trasladar mis poesías desde mis dos libros (Poemas Fatigados y Poemas Dislocados) y desde luego invitar a esta página a los más afamados y a veces desconocidos poetas de todos los tiempos; en fín yo me lo he gozado y espero de corazón que Ustedes también yo por mi lado los seguiré leyendo cada vez que pueda. De nuevo un millón de gracias.