domingo, 5 de diciembre de 2021

El culto a Kronos..

El intangible tiempo que casi siempre
derrochamos, es nuestro más grande tesoro.
H. Frawel.

Otro domingo, Plácido desde luego, eso espero para todos mis contados lectores de esta bitácora dominical, hoy para agradecer las 90.500 visitas a la página y eso me da mucho ánimo de seguir en ésta tarea de Blogger que la hago con mucho cariño, pues estoy activo en el ejercicio de la escritura de diferentes temas literarios y eso de por sí es toda una satisfacción... reitero mi abrazo como escritor y amigo y eso lo puedo firmar, gracias.

El tiempo... ¿existe?

Ahora sí al tema de hoy... El tiempo, en una descripción desde la mente sin tiempo de un poeta que lo describe así:

El culto a Kronos.

Es el tiempo que aparece antes de tiempo
y que termina antes de tiempo, que termina
más tarde con tiempo inquietante que crece
y pasa en un tiempo que se bifurca y detiene.
Pero vuela y vuela, hay que darle tiempo al tiempo.

Tiempo que va a velocidades diferentes,
tiempos que nunca son iguales ni parecidos,
tiempo infinito que corre lentamente, tiempo
que se escapa y se escurre entre los dedos,
tiempo que uno no cree que no va a pasar 
que no va a llegar, pero pasa y pasa y llega.

Metamorfosis que transforma el tiempo en más
tiempo que se instala en los cuerpos mucho tiempo,
y deja muchas heridas que no curará sino el tiempo,
y es el tiempo que cura todo menos... la verdad,
tiempo que al paso de los días trae dolor y alegrías.

Kronos, el dios del tiempo.

Tiempo imprevisto de tormenta, tiempos de calma,
tiempo de luz y de oscuridad eterna en el infinito,
tiempos acabados en bellos ocasos de tiempos idos,
tiempo de mudanza, tiempo directo, fiel, espantoso,
tiempos en que se pierden las leyendas y los sueños.

Tiempo apasionante y hermoso, existencial, de angustia
impresionante, tiempo de pensar, de incertidumbres y
tiempo de dudas que dudan que engañan y que induce
a errores y tristezas, tiempo de lejanías que crecen al pasar
el tiempo, que cambia que crece y que nos modela con 
el transcurrir del tiempo...

Tiempo que acuna las horas, los días y los años 
ignorando al tiempo que resuelve ignorarnos también,
tiempo de vértigo y vorágines en tiempos de amor
del mañana y del pasado en misterios de espejismos
y quimeras que tejen los dorados hilos del tiempo…

Tiempos de turbulencias y tragedias pero también de Paz,
tiempos inagotables que nos agotarán, hay que matar el
tiempo y derrocharlo pues es lo que tengo... tiempo.
Tiempo para atesorar y para que perdido, no lo lloren
los santos; tiempo para ofender y para pedir un perdón,
tiempo vacío para nada más. Tiempo que se va, muere.
El tiempo nos vencerá.

                                                                                                         Farwel 2010.


Un gran abrazo con tiempo o sin él.

Hortensio.