En éste Plácido domingo, me he propuesto hacer un 'pequeño homenaje recordatorio' de aquellas excepcionales mujeres que desde la sensibilidad de su poesía "decidieron cuándo apagar la luz" y tomaron la válida decisión de poner fin a sus días por su propia mano. Hoy tres suramericanas de nuestra época: la argentina Delfina Tiscornia,(1966 -1996); la Peruana Marta Kornblith (1959-1997) y la colombiana María Mercedes Carranza (1954-20039).
Delfina Tiscornia, el primero de junio de 1966 a sus 30 años, decidió por su propia cuenta despedirse de este mundo .
Esa noche
Esa noche
levantamos la muerte de la mesa
y lavamos los platos.
Esa noche
tu cintura rodó como globo de fuego.
Nos reímos
debajo de la cama.
Al día siguiente
te miré fijo:
echamos a la suerte
quien cocinaría
los restos húmedos.
En adelante
siempre fuimos otros:
jugamos a ser príncipes
en una casa desalojada.
hoy descubrí una araña transparente
en el techo del cuarto;
mañana quizás
salte por la ventana.
Martha Kornblith, aunque nació en Lima Perú desde muy niña fue llevada a Caracas en donde se quitó la vida un 29 de mayo de 1997 lanzándose al vacío desde un quinto piso... era esquizofrénica.
Martha y su más célebre foto. |
La calle está llena
La calle está llena
y hay una mujer
que en el fondo de su cuarto
llora sola.
Ama a un hombre
que escribe teorías.
Recuerda el día
lleno de adioses últimos.
Esa noche,
y afuera
me llueve.
Porque es viernes,
diciembre
y te vas.
Maria Mercedes Carranza, nació y murió en Bogotá en donde puso fin a sus días una noche del 11 de julio de 2003 con una sobredosis de barbitúricos y Whisky.
Te perseguiré por los siglos de los siglos.
No dejaré piedra sin remover.
Ni mis ojos horizonte sin mirar.
Donde quiera que mi voz hable
llegará sin perdón a tu oído
y mis pasos estarán siempre
dentro del laberinto que tracen los tuyos.
Se sucederán millones de amaneceres y de ocasos,
resucitarán los muertos y volverán a morir
y allí donde tu estés:
Polvo, luna, nada, te he de encontrar.
Si pasas por aquí, recoge mi abrazo.
Hortensio.