En ésta entrada algunos poemas y esquirlas de Farwel del año 89, salidos de un alma resentida y...
Qué importa...
La oí y callé
la leí y no la dejé ir;
mi vida se ha tratado de eso:
leer y callar...
Después de ese silencio
han venido las palabras,
pero siento en carne viva
¡Que poco importa ya...!
Perdido.
Me siento más perdido
que un espermatozoide
que falló en el intento...
y que perdió la carrera,
en el útero de una...
triste adolecente.
Esquirla N° (6.)
¡Qué será de mi...!
en ésta la "hora amarga"
¿Vivir...? es posible y
nada más.
Que bueno
no ser de modo alguno
imprescindibles
como lo son tantísimos.
Si duda
ha de ser agobiante ese saberse
necesario
como el insomne dios de los teólogos.
(Víctor Botas)
Otra esquirla (7)
En el arte de acertar
no tuve la voluntad
de no hacer trampas
y perdí, sólo me quedó
la quemadura de un deseo...
Esquirla (8)
Como la gaviota en el mar,
volaré contra el viento
sin importarme nada
cuando llegue la muerte.
Esquirla (9)
Mi angustia y mi vergüenza
las dejo escritas en esta servilleta
que botaré a la basura de mi olvido,
cuando salga del juzgado...
Esquirla (10)
Sensaciones sin palabras,
perplejidad sin aspavientos
en la experiencia personal
aún en blanco y negro...
una manera de ser,
¡incertidumbre vital!
Esquirla (11) Y en mi memoria quedó preso
el recuerdo mefítico de la
"lectura del fallo"...
¡Objetor, objetor!
burdo misterio inacabado.
Un minuto cobarde.
¡Ah, minuto cobarde...!
¿en que instante me cortaste
la yugular de mi existencia?
Como a Cesar, veintitrés
puñaladas le conté...
Desconsolado no viviré
en el odio que siempre ciega,
que siempre amarga.
¡Ah, minuto cobarde...!
no me di cuenta de tu presencia.
¡Un farsante...!
Imprudente, mil veces imprudente,
cuando seas mayor por ello pecarás;
y esa gitana tenia razón: por un error
estúpido pasarás inviernos de dolor,
hasta de hambre y miseria... y esa otra
historia contará que pasaste por la gleba
sin pena ni gloria y habitarás el Averno
del olvido y ya nadie sabrá nunca
que fuiste.. ¡un farsante!
Semillas.
Podrás enseñar a caminar,
pero no con tus pasos...
Podrás enseñar a vivir,
sin que vivan tu vida...
Y enseñaras a pensar,
sin que piensen como tú...
Pero podrás sentirte orgulloso,
cuando al verlos a distancia...
Los veas caminando por sí solos
y sin tu mano, como semillas
florecidas de tus enseñanzas.
Un buen y fuerte abrazo.
Hortensio.