La ausencia y la muerte son lo
mismo, sólo que en la muerte
no hay sufrimiento.
Theo Roosevelt.
En éste muy Plácido último domingo de agosto, una emotiva poesía en la sugestiva y emocional, prosa de mi amiga boyacense Abigail Sandoval, mezcla audaz de metáforas que su estilo triste le imprime a sus poesías, ésta Ella la intituló:
Una poesía hecha dolor. |
Los versos que inventé.
Me angustia morir sin haberte
escrito los versos que inventé
para ti en medio de este embrujo
total de éxtasis de una promesa
que se pudo cumplir y no fue así.
Ahora desde mi soledad brindaré
por esos momentos de felicidad
que vivimos y estés donde estés
destinar todos mis suspiros a tu
recuerdo siempre fiel que
se opone al olvido.
Sabes que siempre te amé de verdad,
ahora te beso con los labios del alma
desafiando el dolor que tu partida dejó
y cociendo mi pobre futuro a la anhelada
hora de nuestro encuentro.
No puedo alejarme del dolor que ya
parece mi compañero presente en la
memoria que pintó la acuarela de nuestras
vidas en una travesía y una resignación
sin fin ni sentido...
Sí, creo estar muerta ya de vacío, tristeza
y soledad; soy como una telaraña que parece
débil pero está tejida en cuerdas de acero
que desde la sombra de mis sueños en tu
ausencia y mi memoria me han hecho fuerte.
¿Cuanta pena, ansiedad y dolor envuelven
los suspiros de mi pecho, cuantas ausencias
soportará mi piel ya cansada sabiendo que
tu esencia se quedó atrapada en el hondo
vacío de mi alma?
Tu fuiste el sismo y yo la débil réplica, tu
la súplica yo el suplicio, yo cadenas y en ti
la visión de lo fugitivo, orfandad y abandono
ayer fui juramento y tu despedida, mañana
sollozos callados, lamentos ahogados
lágrimas secas... muerte.
***
Sogamoso, en una noche de noviembre de 2020.
Un cálido abrazo...
Hortensio.