domingo, 20 de mayo de 2012

El viaje sentimental

La poesía y la prosa, tienen una especial sutileza cuando se trata de la llamada literatura erótica... De vez en vez tratare de poner en esta página una que otra poesía de este genero tan especial y tan olvidado a la vez. En esta oportunidad tengo esa sensación de que la pieza que pongo a su consideración es de aquellas que sin tocar lo obsceno, si tiene una expresión de lo erótico, solo oigamos a Paul Bodin con su viaje sentimental:


El tren volvía a partir a eso de las diez de Perpignan. Tenía que transbordar dicen de noche en Narbonne y en Tarascon para llegar cerca de las siete de la mañana a Marsella. Salió de la estación de Perpignan y tomo el pequeño Tranvía que llevaba al centro de la ciudad. descendió en la plaza Arago donde había gentecilla tomando el fresco y comentando las novedades. Reencontró el Palmarium y su clientela y su clientela de enriquecidos y de demi-mondailes. Se jugaba a las cartas bebiendo cerveza. Entre partidos, se hablaba de negocios. Alain atendió su correspondencia. Escribió a su madre y a Colette. Vería a esta ultima en cuanto regresara a París, para lo cual no podían un fijar fecha. Pondría a punto sus relaciones. Pero de todas maneras, ella debía considerarse como completamente libre. Envió igualmente una carta a la viuda rubia del tren de Lyon. Le dijo que la volvería a ver con placer en París. Al escribirle, se acordó de su cuerpo y la deseo.



En la estación, Alain hizo registrar su equipaje y alcanzo el tren que esperaba en la oscuridad. Las portezuelas estaban abiertas, Alain subió al azar y se ubico tanteando, sus rodillas rozaron piernas que no se movieron. Unos cinco minutos mas tarde, el tren arranco. El velador se encendió y Alain entrevió, enfrente suyo, a una joven de aspecto muy decente, que lo miraba. Al cabo de algunos instantes, ella cerro los ojos y pareció dormir. las sacudidas del tren acercaban a sus rodillas de largos largos muslos de Alain. El sentía de vez en cuando una presión discreta. Un poco mas tarde apriciono entre sus rodillas las de la joven. Ella no se movía y siempre parecía dormida.

Las otras tres personas del compartimiento descendieron en las estaciones siguientes y Alain quedo solo con la viajera, en frente de el. Alain extendió maquinalmente la mano hacia las piernas de la joven. Su mano se deslizo a lo largo de las medias de la joven, sobre la piel dulce de los muslos. No sintió ninguna resistencia. Se levanto y, sin una palabra, quiso acostarla sobre el asiento. Ella se debatió y el no insistió. Se quedo sentado cerca de ella y de nuevo insinuó su mano para acariciarla. Ella se dejo hacer. Es mas. Se ofrecía y de verla así, Alain tenía un deseo violento. Tomo la mano de la joven y la dirigió hacia el, pero ella la retiro brutalmente. El continuo acariciándola y la escucho de golpe lanzar un grito ahogado, mientras, mientras que con una expansión de todo su cuerpo, ella lo rechazaba.

En la estación siguiente, un hombre subió. Ella había bajado su vestido y se mantenía derecho. de nuevo, cerraba los ojos. Algunos segundos antes de Narbonne, ella se preparo. Después descendió y se perdió en la multitud.

Hasta un próximo relato.

Un abrazo erótico.

Hortensio.