Después de todo lo que hacemos y dejamos de hacer, de lo que pensamos y no pensamos y que va en contravía de las normas sociales y las reglas éticas de cada quien, ¡somos culpables!, el juzgamiento se hace presente y viene el ineludible castigo mediante una sanción, 'pena' y condena o de la sociedad o de nosotros mismos hacia nuestro mundo afectivo en una enmienda que se nos puede volver patológica, es la parte en donde nos convertimos en 'Víctimas' de nosotros mismos y necesariamente tenemos que cargar a nuestras espaldas la vergüenza, el reproche y desde luego la culpa...
No somos las reconocidas víctimas de los desastres naturales, o de las víctimas de la guerra y conflictos armados o de las víctimas del derecho penal, en donde las personas sufren un daño o perjuicio provocado por acciones u omisiones, en el caso de que sean cometidos por individuos que se ponen al 'margen de la Ley' o que son atropellados en su presunción de inocencia por el estado y su justicia, por fuerza mayor como en el caso de un terremoto u otros desastres naturales... No, en ésta entrada me estoy refiriendo a ese tipo de víctima, sino a esa víctima que carga con la culpa día tras día y tal vez todos los días de su efímera existencia, el 'Victimismo' ya sea para ganar atención o compasión o calladamente victimizarse a si mismo, creando una realidad falsa basada en pensamientos irracionales que generan conflictos y absurdos sufrimientos; a eso me voy a referir:
Partiendo de la premisa antes analizada de que la víctima carga con la culpa, el reproche y la vergüenza, es esa parte casi que inconciente que nos dice :"¡Pobre de mi...! en donde se empiezan a abrirse heridas emosionales que comienzan destilar 'veneno emosional'... me explico: no quiero decir que no merezcamos el reproche social y personal por alguna eventualidad ya pasada y ejecutada, sea justa o no, la verdadrera justicia, como principio universal, consiste en pagar una sola vez por cada error y punto. Lo verdareramente injusto es tener que pagar varias veces por el mismo error.
Los animales pagan en su naturaleza innata una sola vez por cada error, nosotros no, puesto que tenemos una gran memoria y una imaginación ilimitada. La memoria, que es la facultad superior vinculada al cerebro que nos permite almacenar y recordar experiencias e interpretaciones y la imaginación, para pensar en situaciones y eventualidades que no existen y con lo ilusorio de visualizar cómo serán o cómo sucederán hechos que desde luego no han sucedido... somos únicos.
Los seres humanos, tenemos la absurda capacidad de juzgarnos a nosotros mismos, nos declaramos culpables y nos castigamos, si fuera una cuestión de justicia, con eso bastaría. Pero no, necesitamos... repetirlo una y varias veces y cada vez que algo nos traiga a la memoria el recuerdo del acto juzgado pues nos volvemos a juzgar y a martirizar y una y otra vez y otra más, así continuamente, pero ahí no para todo, si estamos casados o vivimos con alguien, son nuestras parejas las que se encargan de recordarnos el error como reproche o sin proponérselo y así volvemos a juzgarnos de nuevo, nos castigamos otra vez y nos volvemos a sentir culpables... ¿Acaso eso ésto Justo?
Si ya asumimos nuestra responsabilidad en los hechos juzgados y sancionados, no es justo -con nosotros mismos- en lo más mínimo y hasta estúpido que volvamos a lo mismo... en definitiva, hay que olvidar si queremos vivir en tranquilidad y lograr emprender ese 'antes y ese después' que marcará nuestra segunda oportunidad de vida, reitero:¡no te victimices más! y recuerda esta frase de Farwel: "El error, detectado y asumido, es el sendero que nos lleva de la mano al cambio"
Un abrazo justiciero.
Hortensio.
Los seres humanos, tenemos la absurda capacidad de juzgarnos a nosotros mismos, nos declaramos culpables y nos castigamos, si fuera una cuestión de justicia, con eso bastaría. Pero no, necesitamos... repetirlo una y varias veces y cada vez que algo nos traiga a la memoria el recuerdo del acto juzgado pues nos volvemos a juzgar y a martirizar y una y otra vez y otra más, así continuamente, pero ahí no para todo, si estamos casados o vivimos con alguien, son nuestras parejas las que se encargan de recordarnos el error como reproche o sin proponérselo y así volvemos a juzgarnos de nuevo, nos castigamos otra vez y nos volvemos a sentir culpables... ¿Acaso eso ésto Justo?
Si ya asumimos nuestra responsabilidad en los hechos juzgados y sancionados, no es justo -con nosotros mismos- en lo más mínimo y hasta estúpido que volvamos a lo mismo... en definitiva, hay que olvidar si queremos vivir en tranquilidad y lograr emprender ese 'antes y ese después' que marcará nuestra segunda oportunidad de vida, reitero:¡no te victimices más! y recuerda esta frase de Farwel: "El error, detectado y asumido, es el sendero que nos lleva de la mano al cambio"
Un abrazo justiciero.
Hortensio.