En alguna ocación, cuando me encontraba presto a iniciar un viaje por el caribe sur, algún eficiente empleado del aeropuerto me hizo una pregunta tan simple y reiterativa en este 'mundo viajero' que después de una tonta respuesta me quedé barruntando y la memoria me llevó, no se él porqué, a finales del siglo III o comienzos del IV de n.e. (nuestra era); la pregunta que todos hemos oído... ¿Cual es su itinerario...?
Desde luego mi mente voló hacia una inquietante peregrina a quien llamaban, cariñosamente, "la santa loca" y quien en realidad fue conocida como EGERIA quien a finales del 396 y al comienzo del 400, peregrinó (así se le llamaba antiguamente a los viajeros) hacia los 'lugares santos', dejando un maravilloso relato de viaje que llamó 'El Itinerarium ad Loca Sancta', y que fuera descubierto en 1.884, por casualidad, por el erudito 'ratón de biblioteca' Gamurrini, en la biblioteca de Santa Maria de Arezzo y procedente de la abadía de Montecasino; aunque se encontraba bastante deteriorado y mutilado el inquietante manuscrito, se dejaba leer en un 'latín popular tardío' que hace de su filología una deliciosa fuente de como se vivía en aquella lejana y oscura época...
Por ejemplo y porque vale la pena decirlo, como ella pensó, que Jesús el de Nazaret, contrario a lo que insinúa La Biblia, éste personaje si escribió muy bien y bellamente, Ella que vio una copia en Arabia de la carta escrita por Jesús el histórico, emocionada lo conto en su manuscrito. Se refiere a un bellísimo episodio de la vida de Jesús y que para desgracia de los cristianos ortodoxos, a algún interpolador ignorante de los muchos de los que le metieron la mano al 'Testamento Nuevo', no le gustó y fue declarado, -como muchos otros increíbles testimonios-, como un despreciable episodio 'apócrifo' (hermosamente anhelados, éstos, por los más grandes historiadores de todas las épocas) pero volvamos a lo propuesto y a la historia de la carta:
Cuentan los documentos históricos, escritos por parte sabios y eruditos escribas de Mesopotamia, que el legendario rey EBGAR V de Edesa, estando enfermo de lepra, escribió a Jesús que fuese a su reino para que pudiese curarlo, para tal fin envió una esplendida comitiva a la Palestina y allí encontraron a "El Mesías" haciendo milagros y diciendo parábolas; le entregaron la misiva real que éste leyó con mucha pasión, y pidiendo un "papel" se retiró a un lado y le escribió al rey de forma muy fehaciente y sentida, -según relata Eusebio- que Jesús estaba pronto a cumplir con su destino terrenal y no podía viajar a conocerle, pero como su fe en él fue total y sincera, lo había salvado, y que después de su Ascensión, le enviaría a un discípulo. Esta tarea le fue encomendada a Tadeo, que bautizó a Ebgar y que además fue curado...
También describe la viajera, que conocido el lugar en donde se venera la tumba del apóstol Tomás. Estos y muchos más detalles significativos fueron contados por su infatigable pluma. Su nombre lo descifró el monje gallego Valerio, a mediados del siglo VI quien la describe como Echería o Etería, pero que a él le pareció más acertado Egeria...
Ella peregrinó (se infiere) desde algún lugar de Hispania a Constantinopla que tomó como base de operaciones, de allí salió en un larguísimo viaje, que duraría más de tres años, y llegaría a Jerusalén, Belén y Hebrón, pasando luego a la Galilea, cuenta que subió al monte Sinaí y al de Horeb, regresando de nuevo a Jerusalén por el territorio de Gesén; pasa un buen tiempo en el monte Nebo en Arabia y Egipto, después recorre la Samaria llegando luego de nuevo a la 'apasionante' Jerusalén, más de tres años después de haber iniciado su increíble viaje, decide regresar a Constantinopla, por territorios de Siria, Mesopotamia y Asia Menor tocando a Tarso y por Galacia y Bitinia, llegar de nuevo a Bizancio, en donde manifestó querer ir a Éfeso, allí parece que cortó su narrativa y concluye su diario de viaje.
Cuentan los documentos históricos, escritos por parte sabios y eruditos escribas de Mesopotamia, que el legendario rey EBGAR V de Edesa, estando enfermo de lepra, escribió a Jesús que fuese a su reino para que pudiese curarlo, para tal fin envió una esplendida comitiva a la Palestina y allí encontraron a "El Mesías" haciendo milagros y diciendo parábolas; le entregaron la misiva real que éste leyó con mucha pasión, y pidiendo un "papel" se retiró a un lado y le escribió al rey de forma muy fehaciente y sentida, -según relata Eusebio- que Jesús estaba pronto a cumplir con su destino terrenal y no podía viajar a conocerle, pero como su fe en él fue total y sincera, lo había salvado, y que después de su Ascensión, le enviaría a un discípulo. Esta tarea le fue encomendada a Tadeo, que bautizó a Ebgar y que además fue curado...
También describe la viajera, que conocido el lugar en donde se venera la tumba del apóstol Tomás. Estos y muchos más detalles significativos fueron contados por su infatigable pluma. Su nombre lo descifró el monje gallego Valerio, a mediados del siglo VI quien la describe como Echería o Etería, pero que a él le pareció más acertado Egeria...
Ella peregrinó (se infiere) desde algún lugar de Hispania a Constantinopla que tomó como base de operaciones, de allí salió en un larguísimo viaje, que duraría más de tres años, y llegaría a Jerusalén, Belén y Hebrón, pasando luego a la Galilea, cuenta que subió al monte Sinaí y al de Horeb, regresando de nuevo a Jerusalén por el territorio de Gesén; pasa un buen tiempo en el monte Nebo en Arabia y Egipto, después recorre la Samaria llegando luego de nuevo a la 'apasionante' Jerusalén, más de tres años después de haber iniciado su increíble viaje, decide regresar a Constantinopla, por territorios de Siria, Mesopotamia y Asia Menor tocando a Tarso y por Galacia y Bitinia, llegar de nuevo a Bizancio, en donde manifestó querer ir a Éfeso, allí parece que cortó su narrativa y concluye su diario de viaje.
Ese fue su excelso itinerario de viaje y uno de los más completos relatos en detalles de los lugares que pisaron sus alocados pies de Mujer, siendo la primera de su genero en escribir una bitácora de viaje y que los describe de este modo tan singular, que como ella misma dice: "Mi curiosidad no tiene límites"... no sabemos nada más de esta viajera pero "gracias a Dios" y a ella, nos quedó su inmortal manuscrito.
Que opinan, estimados lectores... ¿Cual es tu itinerario?
Un abrazo viajero.
Que opinan, estimados lectores... ¿Cual es tu itinerario?
Un abrazo viajero.
Hortensio.
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